Uno de los puntos clave de la reforma laboral que impulsa Javier Milei es la aprobación de los llamados "salarios dinámicos", que implicaría que los trabajadores que más ganen sean los que trabajen más productivamente.
El concepto fue planteado por el secretario de Trabajo, Julio Cordero. "Necesitamos encontrar, en cada actividad, elementos objetivos que muestren la eficiencia de cada trabajador", explicó durante su presentación en el Coloquio de IDEA, a mediados de octubre.
En ese sentido, Cordero agregó que "se necesita un salario que se incremente de manera dinámica", con "una parte en la que la producción se comparta entre todos". "Necesito encontrar un punto medio. Que haya un incremento salarial que permita beneficiar en una porción al trabajador que le pone más entusiasmo, e incrementarlo mucho más al que da todo de sí por distintas razones", afirmó el funcionario.
Al respecto, el titular de Trabajo criticó "el concepto de igual remuneración por igual tarea", porque "si voy para todos y por el máximo, tengo más desocupación". Al ser consultado sobre si esta virtual paritaria por productividad individual debería ser incorporada a los convenios colectivos de trabajo, el Secretario respondió: "Sí, absolutamente, porque si no se trabaja en un sistema 100% solidario".
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La advertencia de los abogados laboralistas sobre el "salario dinámico"
La noción de “salario dinámico” propone que una fracción del sueldo dependa del rendimiento individual del empleado, su productividad o los resultados generales de la compañía, de modo que quienes alcancen mejores desempeños reciban una retribución superior.
De acuerdo con la explicación oficial, la meta del esquema es reconocer el mérito y fomentar la productividad, bajo un modelo que “mejore el salario sin comprometer la sostenibilidad de las empresas”. En la Casa Rosada argumentan que “un sistema puramente solidario, donde todos cobran lo mismo sin importar el esfuerzo o los resultados, desincentiva la productividad y promueve la mediocridad”.
En la práctica, la propuesta apunta a formalizar un modelo ya utilizado en el sector privado, especialmente entre trabajadores fuera de convenio, con una porción fija y otra variable del sueldo, determinada por el cumplimiento de metas o desempeño individual.
El Ministerio de Capital Humano considera que los salarios dinámicos constituyen “un paso necesario para actualizar el marco laboral argentino”, orientando los ingresos al rendimiento concreto de cada empleado. Desde el Gobierno aclaran que la iniciativa no pretende recortar derechos, sino modernizar los contratos y promover la formalidad laboral.
No obstante, especialistas en derecho laboral y referentes sindicales alertan que el esquema podría profundizar la precarización del empleo, ya que la porción variable del salario podría imponerse sobre la fija, generando inestabilidad en los ingresos. Además, advierten que vincular la remuneración con la productividad “abre la puerta a la discrecionalidad empresarial” y debilita la negociación colectiva.
