El Ministerio de Capital Humano confirmó que se alcanzó un nuevo acuerdo salarial para los trabajadores del sector de Camioneros, que impactará directamente en los sueldos que se cobrarán desde septiembre de 2025.
El convenio de camioneros establece un esquema de incrementos salariales progresivos:
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Septiembre: 1,2%
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Octubre: 1,1%
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Noviembre, diciembre, enero y febrero: 1% mensual
De esta forma, el salario de los camioneros se ajustará mes a mes durante los próximos seis meses, aportando previsibilidad en un contexto de inflación elevada. Además del aumento, los t rabajadores percibirán en septiembre una suma no remunerativa de $25.000. A partir de octubre, $22.000 de ese monto se incorporarán al salario básico, lo que eleva de manera permanente el ingreso mensual.
El acuerdo incluye una cláusula de revisión en diciembre, donde las partes volverán a reunirse para evaluar la evolución de la economía y definir si es necesario aplicar nuevos ajustes. Más de 50.000 trabajadores del transporte de cargas se verán beneficiados de manera directa. El entendimiento también apunta a sostener la competitividad de la logística nacional, un área clave para el abastecimiento y la producción.
Con este esquema, el gremio de camioneros busca recuperar poder adquisitivo tras los últimos meses de caída del salario real y dar mayor certidumbre a las familias de los trabajadores sobre sus ingresos en lo que resta del año.
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A fines de agosto, el gremio de Camioneros, liderado por Hugo Moyano, reclamó formalmente la reapertura de las negociaciones salariales con el objetivo de obtener una mejora que rigiera desde septiembre. La conducción sindical argumentó que la inflación de junio y julio había sido superior a la pauta establecida en el acuerdo vigente hasta fin de agosto —que cubría el período junio-agosto— y advirtió que “todo indica que agosto también superará las proyecciones establecidas”. Esa advertencia se confirmó con el dato del INDEC, que informó un aumento del 1,9% para ese mes.
En ese contexto, Moyano no solo pidió un incremento salarial que evitara un mayor deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores del sector, sino que además expresó su desconfianza respecto de las cifras oficiales de inflación. El líder gremial manifestó su “preocupación por la evidente brecha entre los índices inflacionarios publicados por el Gobierno y los precios reales que marcan los supermercados, en particular en los alimentos”, dejando en claro que, según su visión, los datos oficiales no reflejan el impacto real que sufren los consumidores.
Ahora, con la firma de la nueva paritaria que establece un incremento del 3,3% a pagar en tres tramos y que tendrá vigencia por seis meses, Moyano se posiciona como el ejemplo que el Gobierno busca replicar en otras negociaciones salariales que podrían tensar el escenario en los próximos meses.