Más división en el campo: el acuerdo sojero EEUU-China, bueno para cerealeras pero malo para productores

Advierten que generará un precio bajista para el grano y un menor costo para la producción de aceite y harina.

05 de noviembre, 2025 | 20.44

El reciente acuerdo comercial entre Estados Unidos y China, que implica la compra de más soja por parte del país asiático, perjudicará a los productores rurales, pero beneficiará a las cerealeras, advierten en el agro. Así, en los próximos meses puede profundizarse la división entre estos dos sectores, que quedó a la luz tras la reciente medida temporal de las retenciones cero.

La semana pasada, tras una reunión entre Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur, China se comprometió a comprar a Estados Unidos al menos 12 millones de toneladas de soja en lo que resta de 2025, además de otras 25 millones de toneladas por año en 2026, 2027 y 2028.

Se trata de una virtual tregua en la guerra arancelaria que Washington desató mundialmente en abril y que impactó especialmente en Beijing, pero que ahora podría generar coletazos inesperados para los productores argentinos.

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Las cerealeras, en principio, están tranquilas. Fuentes de las exportadoras del agro afirmaron a El Destape que el que se verá más perjudicado es Brasil, de donde China más importa los granos de soja en bruto, y explicaron que los principales mercados argentinos son de derivados del grano: a la India para el aceite de soja y a Vietnam para la harina de soja.

Argentina, en cambio, ha exportado históricamente unas 4 millones de toneladas del grano de soja a China, una cantidad relativamente marginal para el país asiático que no debería verse esencialmente modificada y que contrasta con las 28 millones de toneladas de Brasil, que muy seguramente se vean recortadas.

En ese sentido, el experto agro Javier Preciado Patiño, de RIA Consultores, señaló que "se encarecerá la soja estadounidense para China, por lo que las aceiteras de Estados Unidos tienen que pagar más por el poroto, y entonces se les encarece el aceite y la harina de soja. Y nosotros vamos chupados a la succión de la industria aceitera yanqui. Así que la industria argentina podría estar mejor".

En otras palabras, las cerealeras argentinas no se perjudicarán por el costo que sí deberán afrontar las estadounidenses, pero sí podrán beneficiarse del mayor precio de exportación. En los últimos días, post acuerdo EEUU-China, el precio del grano se disparó a máximos en 16 meses.

El perjuicio para los productores que profundiza la división en el campo

Al contrario, los productores advierten que se verán perjudicados, en tanto consideran que habrá una caída directa del precio del grano de soja a nivel local por la menor demanda. José Luis Volando, vicepresidente de la Federación Agraria (FAA), afirmó a El Destape que "la mayor oferta estadounidense presionará a la baja del precio. Nos perjudica".

Para Pedro Peretti, extitular de la FAA, "el eslabón de la producción de los productores se va a ver afectado, porque va a traer una baja de los precios", según dijo a este medio.

Peretti remarcó este diferente impacto del acuerdo EEUU-China para productores y para cerealeras. "Las aceiteras locales se van a ver beneficiadas por este acuerdo, porque van a tener una disponibilidad de soja mucho mayor y a menor precio. O sea, las aceiteras van a poder disponer de la soja argentina sin la competencia que compraba China, con lo cual, al pagarle menos a los productores, sus beneficios se van a agrandar". "Por lo tanto, va a haber un perjuicio los productores y un beneficio para los grupos monopólicos aceiteros, como sucede siempre en la cuestión agraria argentina", resumió.

Pero, encima, esta nueva segmentación entre cerealeras y productores llega en un pésimo momento. Hace solo un mes y medio, los productores salieron a poner el grito en el cielo luego de que las retenciones cero establecidas temporalmente por el Gobierno duraran solo tres días, debido a que las agroexportadoras cubrieron inmediatamente el cupo de 7.000 millones de dólares con su stock acumulado.

Para peor, las negociaciones con el gobierno de Trump por el salvataje frenaron cualquier posibilidad de que a corto plazo Javier Milei cumpla con su prometida eliminación de las retenciones, una condición explícita del mismo secretario del Tesoro norteamericano, Scott Bessent.

Los productores, que este año vendieron más stock que lo habitual por la baja temporal de retenciones que rigió entre enero y junio, deberán ahora conformarse con el estado actual de situación al menos hasta la llegada de la cosecha gruesa, dentro de unos seis meses.