Varias ciudades de Estados Unidos se preparaban para una nueva ronda de protestas el miércoles por las amplias redadas migratorias del presidente Donald Trump, mientras partes de Los Ángeles pasaron la noche bajo toque de queda en un esfuerzo por sofocar cinco días de disturbios.
Las autoridades también se preparan para las manifestaciones anti-Trump que habrá en todo el país el sábado, cuando tanques y vehículos blindados recorrerán las calles de Washington DC en un desfile militar que marcará el 250 aniversario del Ejército estadounidense y coincidirá con el cumpleaños 79 del presidente.
El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, dijo que desplegará la Guardia Nacional el miércoles ante las protestas previstas. Esta semana ya hubo manifestaciones en Austin (Texas), Nueva York, Atlanta y Chicago, entre otras.
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La decisión de Trump de enviar tropas de la Guardia Nacional y a la infantería de Marina a Los Ángeles ha desatado un debate nacional sobre el uso de militares en suelo estadounidense y ha enfrentado al presidente republicano con el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom.
Trump ha afirmado que el despliegue evitó que la violencia se descontrolara, algo que Newsom y otros funcionarios locales dijeron que era lo contrario de la verdad.
"Este descarado abuso de poder por parte de un presidente inflamó una situación combustible, poniendo en riesgo a nuestra gente, a nuestros oficiales e incluso a nuestra Guardia Nacional. Fue entonces cuando comenzó la espiral descendente", dijo Newsom en un discurso grabado en video el martes.
"Volvió a elegir la escalada. Eligió más fuerza. Eligió la teatralidad en lugar de la seguridad pública (...) La democracia está en peligro", agregó.
Newsom, de quien se espera que presente su candidatura presidencial en 2028, demandó a Trump y al Departamento de Defensa el lunes, tratando de bloquear el despliegue de tropas federales. El mandatario insinuó a su vez que Newsom debería ser arrestado.
Cientos de infantes de Marina llegaron a la zona de Los Ángeles el martes por orden de Trump, que también envió a 4.000 efectivos de la Guardia Nacional a la ciudad. Los marines y la Guardia Nacional están destinados a proteger al personal y los edificios del Gobierno y no tienen autoridad para arrestar.
Unos 700 infantes de Marina se encontraban el martes en una zona de reagrupamiento en el área de Seal Beach, a unos 50 kilómetros al sur de Los Ángeles, a la espera de ser desplegados en lugares específicos, dijo un funcionario estadounidense.
La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, afirmó que los despliegues no son necesarios y que la policía local podía gestionar las protestas, que han sido en gran medida pacíficas y se han limitado a unas cinco calles del centro de la ciudad.
Sin embargo, la alcaldesa decidió imponer un toque de queda en algo más de 2,5 kilómetros cuadrados del centro de la ciudad a partir del martes por la noche, después de que varios comercios fueran saqueados durante los disturbios. La medida durará varios días.
La policía dijo que varios grupos siguieron en las calles en algunas zonas pese al toque de queda y que se iniciaron "detenciones masivas".
El fiscal general de California, Rob Bonta, dijo a Reuters que el estado está preocupado por el permiso para que las tropas federales protejan al personal, alegando que eso podría violar una ley de 1878 que prohíbe en general que el ejército -incluida la Guardia Nacional- participe en la aplicación de la ley civil.
"Proteger al personal probablemente signifique acompañar a los agentes del ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) en las comunidades y los barrios, y proteger las funciones podría significar proteger la función del ICE de hacer cumplir la ley de inmigración", comentó Bonta.
La última vez que se recurrió a los militares para una acción policial directa al amparo de la Ley de Insurrección fue en 1992, cuando el entonces gobernador de California pidió ayuda al presidente George H. W. Bush para responder a los disturbios en Los Ángeles por la absolución de los policías que dieron una paliza al taxista negro Rodney King.
Con información de Reuters