El expresidente brasileño Jair Bolsonaro negó el martes ante el Supremo Tribunal Federal (STF) haber liderado un intento para derrocar al Gobierno tras perder las elecciones de 2022, pero reconoció haber participado en reuniones destinadas a revertir el resultado.
Bolsonaro dijo que él y algunos colaboradores de alto rango discutieron alternativas a la aceptación de los resultados, incluyendo la posibilidad de desplegar fuerzas militares y suspender algunas libertades civiles, pero dijo que esas propuestas fueron abandonadas pronto.
"La sensación era que no podíamos hacer nada más. Teníamos que tragarnos los resultados electorales", dijo Bolsonaro durante la jornada del martes del juicio.
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"Nunca actué contra la Constitución", añadió Bolsonaro, sosteniendo una copia de la carta del país de 1988 que restableció la democracia tras dos décadas de gobierno militar.
En marzo, el STF aceptó juzgar el caso contra Bolsonaro y otras siete personas, entre ellas varios militares, acusados de planear un golpe de Estado para impedir que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera la presidencia en enero de 2023.
Los cargos se derivan de una investigación policial sobre el movimiento que culminó en disturbios por parte de los partidarios de Bolsonaro en la capital a principios de 2023, una semana después de que Lula asumiera el cargo.
Bolsonaro ha insistido en que se presentará a las elecciones presidenciales de 2026, a pesar de una decisión del tribunal electoral que le prohíbe aspirar a cargos públicos hasta 2030.
Con información de Reuters