El Gobierno sirio ordenó a los soldados que vigilen una fosa común creada para ocultar atrocidades cometidas bajo el régimen de Bashar al Asad y abrió una investigación penal, tras un informe de Reuters que revelaba una conspiración de años de la dictadura caída para ocultar miles de cadáveres en el remoto emplazamiento desértico.
El lugar, en el desierto de Dhumair, al este de Damasco, se utilizó durante el gobierno de Asad como depósito de armas militares, según un exoficial del Ejército sirio con conocimiento de la operación.
Posteriormente fue vaciado de personal en 2018 para garantizar el secreto de una trama que implicaba desenterrar los cuerpos de miles de víctimas de la dictadura enterrados en una fosa común a las afueras de Damasco y transportarlos en camiones hasta Dhumair.
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El complot, orquestado por el círculo íntimo del dictador, se llamó "Operación Mover la Tierra". En el emplazamiento de Dhumair hay soldados estacionados de nuevo, esta vez por el gobierno que derrocó a Asad.
La instalación militar de Dhumair también fue reactivada como cuartel y depósito de armas en noviembre, tras siete años en desuso, según un oficial del Ejército destinado allí a principios de diciembre, un funcionario militar y el jeque Abu Omar Tawwaq, que es el jefe de seguridad de Dhumair.
El emplazamiento de Dhumair quedó completamente desprotegido durante el verano boreal, cuando los periodistas de Reuters realizaron repetidas visitas tras descubrir la existencia de una fosa común en el lugar.
Pocas semanas después del informe, en octubre, el nuevo gobierno creó un puesto de control a la entrada de la instalación militar, según un soldado destinado allí que habló con Reuters a mediados de diciembre. Los visitantes del lugar necesitan ahora permisos de acceso del Ministerio de Defensa.
Las imágenes de satélite revisadas por Reuters desde finales de noviembre muestran nueva actividad de vehículos alrededor de la zona principal de la base.
El funcionario militar, que habló bajo condición de anonimato, dijo que la reactivación de la base es parte de los esfuerzos para "asegurar el control del país y evitar que las partes hostiles exploten esta zona estratégica abierta". La carretera que atraviesa el desierto conecta uno de los bastiones sirios que le quedan al Estado Islámico con Damasco.
INVESTIGACIÓN POLICIAL
En noviembre, la policía abrió una investigación sobre la fosa, fotografiándola, realizando estudios en terreno y entrevistando a testigos, según Jalal Tabash, jefe de la comisaría de Al Dhumair. Entre los entrevistados por la policía se encontraba Ahmed Ghazal, fuente clave para la investigación de Reuters que sacó a la luz la fosa común.
"Les conté todos los detalles que les dije sobre la operación y lo que presencié durante esos años", dijo Ghazal, un mecánico que reparaba camiones que transportaban cadáveres y que se averiaban en el camino a la fosa de Al Dhumair.
Ghazal confirmó que durante la época de la "Operación Mover la Tierra", la instalación militar parecía vacía, salvo por los soldados que participaban en el acompañamiento de los convoyes.
El Ministerio de Información sirio no respondió a las peticiones de comentarios sobre la reactivación de la base ni sobre la investigación de la fosa común.
La Comisión Nacional de Personas Desaparecidas, creada tras la destitución de Asad para investigar la suerte de decenas de miles de sirios que desaparecieron bajo su mandato, dijo a Reuters que está formando personal y creando laboratorios para cumplir las normas internacionales sobre exhumaciones de fosas comunes.
Las exhumaciones en las numerosas fosas comunes de la época de Asad en Siria, incluido el yacimiento de Dhumair, están previstas para 2027, según dijo la comisión a Reuters.
La policía ha remitido su informe sobre Dhumair al fiscal del distrito de Adra, el juez Zaman al-Abdullah.
Al-Abdullah dijo a Reuters que la información sobre los sospechosos de la era Asad implicados en la operación Dhumair, tanto dentro como fuera de Siria, se está cruzando con documentos obtenidos por las ramas de seguridad tras la caída del dictador en diciembre de 2024. No quiso describir a los sospechosos, citando la investigación en curso.
Según documentos militares revisados por Reuters y testimonios de fuentes civiles y militares, la logística de la "Operación Mover la Tierra" corrió a cargo de un hombre clave, el coronel Mazen Ismander. Contactado a través de un intermediario, Ismander declinó hacer comentarios sobre el informe inicial de Reuters o la nueva investigación sobre la fosa común.
Cuando se urdió la conspiración en 2018, Asad rozaba la victoria en la guerra civil y esperaba recuperar legitimidad ante la comunidad internacional tras años de sanciones y acusaciones de brutalidad. Se le había acusado de detener y asesinar a miles de sirios, y la ubicación de una fosa común en la ciudad de Qutayfah, a las afueras de Damasco, había sido denunciada por activistas locales de derechos humanos.
Así que llegó una orden del palacio presidencial: Excavar Qutayfah y ocultar los cadáveres en la instalación militar del desierto de Dhumair.
Durante cuatro noches a la semana durante casi dos años, de 2019 a 2021, Ismander supervisó la operación, según Reuters. Los camiones transportaron cadáveres y tierra desde la fosa común expuesta hasta la instalación militar desalojada en el desierto, donde se llenaron trincheras con cadáveres mientras se excavaba el sitio de Qutayfah.
Para revelar la conspiración, Reuters habló con 13 personas con conocimiento directo de los dos años de trabajo y analizó más de 500 imágenes por satélite de ambas fosas comunes. Bajo la dirección de geólogos forenses, Reuters utilizó fotografías aéreas de drones para crear imágenes compuestas de alta resolución que ayudaron a corroborar el traslado de cadáveres al mostrar cambios de color en el suelo alterado alrededor de las fosas de Dhumair.
Con información de Reuters
