Crisis hídrica en La Rioja: el Gobierno declara la emergencia y refuerza obras claves en diques

Según informó el Ministerio de Agua y Energía, la situación se agrava en un contexto climático crítico: 2024 fue el año más cálido desde 1961, con un déficit significativo de lluvias.

01 de diciembre, 2025 | 10.30

La Rioja declaró la emergencia hídrica en toda la provincia ante una sequía prolongada que no logró revertirse pese a las lluvias de las últimas semanas. El Gobierno provincial advirtió que las precipitaciones recientes no fueron suficientes para recargar las fuentes de abastecimiento, tanto superficiales como subterráneas, y lanzó un plan de acción para garantizar el acceso al agua potable y reforzar la infraestructura en todos los departamentos.

Según informó el Ministerio de Agua y Energía, la situación se agrava en un contexto climático crítico: 2024 fue el año más cálido desde 1961, con un déficit significativo de lluvias. Las altas temperaturas sostenidas y la falta de precipitaciones impactaron directamente en la baja recuperación de perforaciones y drenes, la disminución del caudal en ríos y tomas superficiales, el aumento del consumo por las olas de calor y la merma del agua disponible en reservorios y canales.

Frente a este panorama, la Provincia activó un Plan de Acción en Emergencia Hídrica que coordina el Ministerio de Agua y Energía junto a la Secretaría de Agua. El dispositivo combina obras, operativos intensivos y trabajo territorial con municipios y consorcios de usuarios para mitigar los efectos de la sequía y administrar el recurso con criterios de prioridad.

Los equipos técnicos llevan adelante tareas permanentes de mantenimiento de perforaciones, drenes, tomas y sistemas de rebombeo, con guardias reforzadas en las zonas más sensibles. A la vez, se incorporan nuevas fuentes de captación de agua potable, se amplían y reparan acueductos estratégicos y se brinda asistencia directa a localidades rurales mediante sistemas de apoyo y mejoras operativas.

Otro eje clave es el trabajo con los Consorcios de Usuarios de Agua, con el objetivo de optimizar el uso del recurso de riego y ajustar los turnos de distribución según la disponibilidad real de los embalses. La consigna oficial es clara: priorizar el consumo humano y el funcionamiento de los servicios esenciales, y ordenar en consecuencia el uso productivo.

Cómo están los principales diques y reservorios

En la Capital, el dique Los Sauces se encuentra en su nivel mínimo, con unos 255.000 metros cúbicos. Las cuatro válvulas de 400 milímetros ya se visualizan por encima del nivel del agua y el embalse está cerca de su nivel de azolves, es decir, el mínimo útil. El espejo de agua se ubica a 1,2 metros del borde de la última válvula de 600 milímetros y tiene una profundidad de 2,44 metros hasta el fondo. Si bien actualmente no se extrae agua del vaso, se prevé que el volumen siga descendiendo por evaporación: en los últimos diez días bajó 2 centímetros.

En el departamento Castro Barros, el dique La Greda (Chuquis) se encuentra a más de la mitad de su capacidad, con unos 250.000 metros cúbicos. Desde mayo y junio se deriva al embalse el agua sobrante de riego, lo que permitió mantener su nivel. A partir de octubre y noviembre se comienza a extraer agua según la demanda, por lo que, de momento, se lo considera dentro de valores normales.

El dique Chañarmuyo, en Famatina, logró recuperar este año un volumen almacenado de 3,85 hectómetros cúbicos. Este nivel permitirá cubrir la demanda de riego de la finca San Gabriel, Pituil y Chañarmuyo. Para ello se realizó un control de caudales de ingreso durante todo agosto y parte de septiembre, con el fin de ajustar el calendario de riego a las fechas previstas y evitar derroches.

En Villa Unión (departamento Felipe Varela), el embalse lateral se está llenando a través de bombas, ya que alcanzó su máxima capacidad de llenado por gravedad. Hasta fines de octubre acumuló 1,85 hectómetros cúbicos. Personal del consorcio y guardadiques trabaja las 24 horas para completar el llenado antes del inicio del riego en noviembre, momento a partir del cual ya no es posible seguir incrementando el volumen. Las reparaciones realizadas en julio en la sala de bombeo permiten actualmente operar con las cuatro bombas en forma ininterrumpida.

En Olta (departamento Belgrano), el dique registra una bajante mínima de 35 centímetros y un volumen de 8,86 hectómetros cúbicos. Se realizó la limpieza del canal principal desde el azud hasta la planta de agua potable, y el consorcio de riego puso en funcionamiento un caño de 300 milímetros que conecta el azud con la zona de la planta, evitando desbordes en el canal.

El dique La Aguadita, en Chamical, dejó de desbordar en octubre y desde entonces se extrae agua por bombeo hacia la planta potabilizadora. Sobre este embalse se elaborará un informe específico, ya que está en marcha una obra de ampliación que modificará su capacidad de almacenamiento.

Por último, el dique El Cisco, también en Belgrano, atraviesa su situación más crítica en una década: con una capacidad de 2 millones de metros cúbicos, hoy se encuentra en su nivel más bajo de los últimos 10 años, con apenas 290.000 metros cúbicos almacenados.