27 nov (Reuters) -El juicio de ocho semanas que se lleva a cabo en París por el accidente de un avión de Air France en 2009, en el que perdieron la vida los 228 pasajeros y la tripulación, llegó el jueves a su fase final, mientras la compañía nacional francesa y Airbus luchan contra las acusaciones de homicidio imprudente.
El miércoles, los fiscales pidieron a la Corte de Apelación de París que revoque la decisión de un tribunal inferior que había absuelto a ambas empresas del accidente, en el que un A330 se precipitó al Atlántico mientras recorría la ruta que va desde Río de Janeiro a París durante una tormenta tropical.
Tras recuperar las cajas negras dos años después, los investigadores de seguridad franceses descubrieron que los pilotos habían reaccionado torpemente a un problema de formación de hielo en los sensores que impidió temporalmente al avión calcular su velocidad aerodinámica, antes de entrar en pérdida.
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Pero el juicio se centró en problemas anteriores con el mismo tipo de sensor, así como en supuestas deficiencias en el intercambio de datos y la formación que, según los fiscales, causaron indirectamente el accidente.
En su alegato final, Air France rindió homenaje a las familias de los fallecidos y negó que la tripulación del AF447 estuviera mal entrenada para hacer frente a situaciones de pérdida o emergencia a gran altitud. Airbus tenía previsto concluir su defensa más tarde el jueves.
Se espera que los jueces de apelación tarden meses en llegar a un veredicto. Sea cual sea el resultado, los expertos afirman que es probable que haya más apelaciones, lo que podría alargar el proceso durante años.
FISCALES PIDEN LA MÁXIMA MULTA
En su alegato final del miércoles, el fiscal Rodolphe Juy-Birmann acusó a ambas compañías de negligencia en los actos que condujeron al accidente y criticó con especial dureza a Airbus, a la que acusó de dosificar la información al tribunal.
Airbus dijo que había hecho todo lo posible para ayudar al tribunal a entender el accidente.
El fiscal pidió para ambas empresas la multa máxima por homicidio imprudente, que es de 225.000 euros (260.640 dólares) para cada una. Ambas empresas han negado reiteradamente los cargos.
Los familiares se abrazaron tras el alegato final de cinco horas de la fiscalía, que algunos describieron como catártico en contraste con las escenas de molestia vividas durante el juicio anterior.
"En 16 años, es la primera vez que se nos trata con respeto y humanidad", dijo la presidenta de la asociación de víctimas, Daniele Lamy, que perdió a su hijo en el AF447.
Los fiscales descartaron las conclusiones de los investigadores civiles y de otras personas de que la tripulación simplemente había cometido un error al gestionar la pérdida de datos de velocidad.
Pero para probar el homicidio involuntario, no sólo deben demostrar la negligencia, sino también cómo desencadenó la catástrofe.
El tribunal de primera instancia dictaminó en 2023 que ambas empresas habían sido negligentes, pero que no se había establecido un nexo causal.
(1 dólar = 0,8633 euros)
Con información de Reuters
