El secretario de Turismo de La Rioja, José Rosa, expuso ante la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados la profunda crisis que atraviesa el sector a nivel nacional y su impacto en la provincia. Según detalló, la ocupación hotelera pasó del 90% en 2023 al 70% en 2024 y apenas supera el 50% en 2025, cifras que atribuyó a la falta de políticas públicas desde el inicio del gobierno de Javier Milei.
Rosa recordó que programas como PreViaje y las obras de infraestructura turística impulsaron récords históricos entre 2021 y 2023, especialmente en destinos emergentes como La Rioja. Sin embargo, advirtió que hoy la actividad “vive un declive sin precedentes”, con consecuencias que afectan a hoteleros, gastronómicos, artesanos y guías turísticos.
La legisladora riojana Gabriela Pedrali, presidenta de la comisión, acompañó el reclamo y puso el foco en la necesidad de sostener a las economías regionales. Entre las propuestas debatidas, se planteó restituir feriados puente eliminados, reactivar el financiamiento para obras y saldar deudas de coparticipación que frenan la inversión provincial.
El funcionario destacó que, pese a la caída, La Rioja mantiene mejores índices que la media nacional gracias al respaldo del gobernador Ricardo Quintela, con una temporada invernal del 50% de ocupación frente a otras provincias que no alcanzaron el 30%. Además, resaltó iniciativas locales como el portal turístico de Chiflón, el programa de turismo interno Movete por La Rioja y promociones para captar visitantes de provincias vecinas en feriados largos.
“Detrás de los números hay miles de familias que dependen del turismo para vivir”, afirmó Rosa, quien instó a Nación, provincias y sector privado a trabajar en conjunto para evitar un retroceso mayor en una de las actividades clave para el desarrollo regional.
El impacto económico del turismo riojano
A pesar de la situación económica a nivel nacional, La Rioja logró posicionarse como uno de los destinos más elegidos del país durante las vacaciones de invierno, alcanzando una ocupación hotelera del 51% y un impacto económico superior a los $10.133 millones, según los datos relevados por el Observatorio Económico de Turismo.
Si bien el movimiento fue moderado y por debajo de temporadas anteriores, el turismo riojano continúa afianzándose incluso en un contexto adverso, marcado por la ausencia de políticas públicas nacionales que promuevan el turismo como motor de desarrollo.
El relevamiento incluyó 137 alojamientos turísticos en toda la provincia y arrojó un total de 116.480 pernoctes con una estadía promedio de 3,5 días. Los destinos más visitados fueron Villa Unión (62%), Olta (55%, con picos del 90% durante el Festival del Cabrito), Chilecito (50%), Famatina (50%), Arauco (45%) y la Capital (40%).
Respecto a la procedencia, el 62% de los turistas llegó desde la Región Centro (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe), el 25% desde el Norte y Cuyo, el 6% desde el Sur y un 7% correspondió a turismo interno. Los datos se recabaron mediante operativos en alojamientos, espacios públicos, rutas, parques y municipios, incluyendo el Parque Nacional Talampaya y el Memorial Facundo Quiroga.
El secretario de Turismo, José Rosa, definió la temporada como “aceptable, pero no buena”, destacando que la caída respecto al año pasado ronda el 20%. “Hoy no contamos con políticas públicas nacionales que nos permitan sostener ni incentivar la actividad. Lamentablemente, el Gobierno Nacional ha decidido abandonar al turismo como política de Estado”, afirmó.