Eslovaquia rechaza los planes de la Comisión Europea de eliminar progresivamente las importaciones de gas ruso y otros productos energéticos, dijo el miércoles el primer ministro, Robert Fico, quien añadió que las medidas eran "inaceptables en esta forma" para el Gobierno eslovaco y repercutirían en los precios de la energía en la UE.
El Ejecutivo comunitario había anunciado el martes que el mes próximo propondría medidas legales para eliminar progresivamente las importaciones de gas y gas natural licuado rusos en la UE para finales de 2027.
Los planes también afectan al petróleo e incluyen medidas comerciales frente el uranio enriquecido ruso destinado a la energía nuclear, que equivaldrían a un impuesto o gravamen sobre las importaciones.
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La medida se enmarca en el compromiso de la UE de poner fin a sus relaciones energéticas de décadas con el que fuera su principal proveedor de gas, Rusia, tras su invasión total de Ucrania en febrero de 2022.
Fico dijo que respetaba los intentos de reducir la dependencia energética de terceros países, pero que las propuestas de la Comisión perjudicarían a la UE, aumentando los precios en el bloque y dañando su competitividad.
"Es sencillamente un suicidio económico llegar a un punto en el que ni el gas, ni la energía nuclear, ni el petróleo, todo debe terminar solo porque se está construyendo una nueva Cortina de Hierro entre el mundo occidental y quizás Rusia y otros países", dijo Fico.
Eslovaquia trabajará para introducir cambios en el proceso legislativo, afirmó.
Las propuestas legales de la Comisión previstas para junio requerirán la aprobación del Parlamento Europeo y de una mayoría cualificada de Estados miembros, lo que significa que uno o dos países no pueden bloquear los planes.
Eslovaquia recibe suministros rusos de gas y petróleo y ha discutido con Ucrania por su decisión a finales del año pasado de interrumpir los flujos de gas desde el este a través de su territorio.
Fico dijo que había dudas sobre qué pasaría si Eslovaquia cancelara su contrato a largo plazo con el proveedor ruso Gazprom.
Alrededor del 19% del gas de Europa sigue procediendo de Rusia a través del gasoducto TurkStream y de los envíos de GNL, frente al 45% de antes de 2022.
Según Bratislava, 10 de los 27 miembros del bloque importaron gas ruso el año pasado.
La UE ha impuesto sanciones a la mayoría de las importaciones rusas de petróleo, pero no a las de gas debido a la oposición de Eslovaquia y Hungría, que reciben suministros de gasoductos rusos y mantienen lazos más estrechos con Rusia.
Con información de Reuters