El ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, apareció este lunes de forma intempestiva en la Cámara de Diputados y mostró ante la prensa la tobillera electrónica que carga desde el viernes pasado, por el juicio en curso que investiga si ideó y ordenó un golpe de Estado contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"No robé del erario público, no malversé fondos públicos, no maté a nadie, no trafiqué con nadie. Esto es un símbolo de la mayor humillación en nuestro país. Una persona inocente. Lo que le están haciendo a un expresidente de la República es cobardía. Enfrentaremos a todos y a todo. Lo que me importa es la ley de Dios", declaró Bolsonaro ante la prensa en Diputados.
La tobillera y el riesgo de fuga
El viernes Bolsonaro tuvo que abrirle las puertas de su casa a la Policía Federal que llegó para ponerle una tobillera electrónica, a pedido del Tribunal Superior que había registrado un riesgo de fuga. El proceso judicial que enfrenta Bolsonaro terminaría en septiembre y la pena máxima si es declarado culpable podría superar los 40 años de cárcel.
La operación policial llegó después de la última carta del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionando a las autoridades brasileñas en favor de Bolsonaro, donde llegó a decir que el juicio “debe terminar inmediatamente”.
Los movimientos de Bolsonaro ya estaban bastante limitados desde que a principios de 2024 la policía le confiscara el pasaporte. Ahora, con la tobillera, estará vigilado 24 horas. No podrá tener contacto con embajadores extranjeros ni acercarse físicamente a ninguna embajada ni tampoco usar las redes sociales ni mantener contacto con uno de sus hijos, el diputado Eduardo Bolsonaro. Si bien tiene la tobillera no cumple con un arresto domiciliario convencional porque durante el día podrá circular libremente pero a partir de las 19hs hasta las 7 am deberá residir en su casa.
En la decisión que ordenó las medidas cautelares, el juez Moraes destacó que las conductas de Bolsonaro y de su hijo Eduardo son “flagrantes confesiones de la práctica de actos delictivos”, según citó el diario español El País. En su opinión, la extorsión de Bolsonaro a las instituciones brasileñas es tan “descarada” que el jueves dijo públicamente que el fin de los aranceles de Estados Unidos están condicionados a su propia amnistía.