El presidente chino, Xi Jinping, llegó el miércoles a la capital tibetana, Lhasa, en su segunda visita como líder de China para conmemorar el 60 aniversario de la fundación del Tíbet como región autónoma.
Seis años después de que el 14º Dalai Lama huyera al exilio en la India tras un levantamiento fallido, el Partido Comunista en el poder estableció la Región Autónoma del Tíbet en 1965, la quinta y última región autónoma del país tras Mongolia Interior, Xinjiang, Guangxi y Ningxia.
La designación pretendía ofrecer a los grupos étnicos minoritarios locales, como los tibetanos, una mayor capacidad de decisión en asuntos políticos, incluida la libertad de credo religioso. Pero los grupos internacionales de derechos humanos y los exiliados suelen calificar de "opresivo" el gobierno chino en Tíbet, acusación que Pekín rechaza.
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"Para gobernar, estabilizar y desarrollar el Tíbet, lo primero es mantener la estabilidad política, la estabilidad social, la unidad étnica y la armonía religiosa", dijo Xi el miércoles a altos funcionarios tibetanos, según los medios estatales.
Xi viajó por última vez al Tíbet en julio de 2021, donde instó a la población a "seguir al partido", en una visita que los observadores externos consideraron una señal de la confianza del Partido Comunista en que por fin se había establecido el orden en una región con una larga historia de protestas contra el dominio chino.
Durante el breve periodo posterior a los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008, cuando China abrió aún más sus puertas al mundo exterior, el Tíbet se vio sacudido por las protestas de monjes y monjas y, posteriormente, por una serie de autoinmolaciones.
El budismo tibetano debe ser guiado para adaptarse al sistema socialista chino, dijo Xi.
Antes de 2021, el último dirigente chino que visitó el Tíbet fue Jiang Zemin, en 1990.
En términos más generales, el Tíbet es una región altamente estratégica para China debido a su frontera con la India. Tropas de ambas partes se han enfrentado en su frontera a lo largo de los años. La región del Himalaya también posee abundantes recursos naturales, incluido un inmenso potencial hidroeléctrico.
La llegada de Xi al Tíbet coincidió con un viaje poco habitual esta semana del jefe de la diplomacia china, Wang Yi, a la India, donde ambos países se comprometieron a reconstruir los lazos dañados por una mortal escaramuza fronteriza en 2020.
Con información de Reuters