El director general de la Vuelta Ciclista a España reprendió el lunes con dureza a los manifestantes que forzaron el abandono de la última etapa de la carrera y calificó de "absolutamente inaceptables" las caóticas escenas vividas.
Javier Guillén, director general de la carrera, compareció ante los periodistas un día después de que las manifestaciones propalestinas contra el equipo Israel-Premier Tech detuvieran la carrera el domingo a solo tres kilómetros de la línea de meta en Madrid.
"Quiero lamentar y especialmente condenar lo sucedido última etapa", dijo Guillén en su rueda de prensa en la capital española.
Este contenido se hizo gracias al apoyo de la comunidad de El Destape. Sumate. Sigamos haciendo historia.
"Pocos comentarios son necesarios con respecto a lo que vimos ayer, las imágenes hablan por sí solas. Es inaceptable lo ocurrido".
En las protestas, desencadenadas por las acciones de Israel en Gaza, los manifestantes corearon "no pasarán" mientras volcaban barreras metálicas y ocupaban el recorrido de la carrera.
Dos personas fueron detenidas y 22 policías resultaron heridos, según el gobierno español.
Guillén insistió en que los organizadores de la carrera habían intentado dar cabida a manifestaciones pacíficas a lo largo de las tres semanas que duró el recorrido, pero que la seguridad de los ciclistas acabó obligándoles a actuar.
"Queríamos que la etapa concluyera, pero a 3 km a meta se produjo otra invasión en la que corredores cayeron al suelo", explicó.
"Entendimos que la situación era difícil y queríamos que la etapa concluyese. Cuando la integridad de los ciclistas fue puesta en peligro, nos obliga a dar cancelada la etapa".
VUELTA GUIADA POR EL REGLAMENTO DE LA UCI
El director de la carrera desvió repetidamente las preguntas sobre si el equipo Israel-Premier Tech debería haber participado en la carrera, afirmando que los organizadores se limitaron a seguir el reglamento de la Unión Ciclista Internacional (UCI).
"Los corredores y los equipos han querido correr siempre la Vuelta. Por muchos episodios que hayamos podido tener, nunca nos han manifestado que no querían correr. Tienen el derecho a hacerlo y nosotros la obligación de organizar la carrera y protegerlos", dijo Guillén.
"La posición de la Vuelta es clara, nos guiamos por la normativa Unión Ciclista Internacional".
"Es a ella a la que le compete el marco organizativo y a la que le corresponde regular las carreras y sancionar o excluir a los participantes.
"A la UCI le pedimos que tomara posición y lo que hizo fue sacar un comunicado en el que mantenía al equipo Israel Pro Tech en la carrera. No hay ni una sola federación internacional que haya vetado la presencia de deportistas o equipos de Israel ni tampoco ningún país o institución".
Aunque reconoció los derechos de los manifestantes, Guillén estableció un equilibrio entre la tolerancia y la exasperación.
"Somos una carrera ciclista y queremos reivindicar que somos deporte y es lo que queremos ser. Igual que nosotros respetamos el derecho a la manifestación, pedimos y exigimos que se respete a los que compiten, trabajan y asisten a la competición", dijo.
El ciclista danés Jonas Vingegaard fue declarado vencedor tras suspenderse la etapa, pero la frustración de Guillén era palpable.
"No podemos sacar nada bueno de todo lo que ocurrió ayer. Yo lamento mucho la imagen que se dio. Creo que es salgo que no se debería volver a repetir, y además creo, como hemos venido diciendo a lo largo de toda esta Vuelta, que podíamos haber convivido perfectamente las manifestaciones con la práctica del deporte", dijo.
Con información de Reuters