Un nuevo bombardeo de Irán efectuado este viernes contra poblaciones del centro y del norte de Israel dejó 17 heridos, entre ellos dos de gravedad, según el último balance las autoridades médicas israelíes.
El ataque consistió, en principio, en el lanzamiento de entre 20 y 25 misiles dirigidos contra las poblaciones de Haifa (norte), así como Gush Dan y Bersheba (centro), de los cuales seis impactaron en suelo israelí.
Haifa fue la localidad más afectada. Allí, según el servicio de Emergencias israelí, el Magen David Adom, tuvo que ser hospitalizado un joven de 16 años en estado grave junto a un hombre de unos 40 años. Una tercera víctima, un hombre de 54 años, también resultó herido de consideración por el impacto de metralla. Los otros 14 afectados recibieron atención médica por heridas leves en los hospitales de Rambam y Bnei Zion.
El Ejército israelí dio la primera alarma del ataque en torno a las 17:30, hora local (9:30 de la mañana en Argentina), y terminó suspendiendo la alerta media hora después.
En su último balance de este viernes, el Gobierno israelí estima que los contraataques iraníes contra el país -más de 450 misiles y 400 aviones no tripulados contra más de medio centenar de objetivos- han dejado ya 24 muertos y 1.217 heridos, entre ellos 12 en estado grave.
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Mientras el mundo mira a Irán, Israel mata a palestinos cuando buscan comida en Gaza
La atención del mundo está puesta hace una semana en la guerra entre Israel e Irán y la posibilidad que una mayor escalada -que incluya a Estados Unidos e, incluso, un posible magnicidio contra el máximo líder iraní- desate un desastre político, militar y humanitario en todo Medio Oriente. La amenaza real de que esto suceda está tapando otra realidad más inmediata pero igual de dramática: las fuerzas israelíes están matando todos los días y a plena luz del día a civiles palestinos cuando van a buscar una bolsa de harina o una caja con alimentos básicos.
En apenas tres semanas, el saldo total ya ronda los 400, según los cálculos de las autoridades locales. "Las vidas de los palestinos se han devaluado tanto que ahora es rutina disparar y matar a personas desesperadas y hambrientas mientras intentan recoger poca comida de una empresa formada por mercenarios", denunció el titular de la principal agencia de la ONU en Gaza, Philippe Lazzarini.
En total, 92 civiles palestinos fueron asesinados el jueves mientras esperaban conseguir una bolsa o una caja con alimentos básicos.
Hace semanas que organizaciones humanitarias y expertos internacionales alertan que cientos de miles de palestinos están al borde de una hambruna: bebés y niños desnutridos, madres y embarazadas que ya saben que no pueden dar el pecho a sus hijos porque no están produciendo leche, y un número creciente de enfermos por la combinación fatal de defensas bajas y condiciones ambientales inhumanas, sin agua potable, combustible, electricidad o medicamentos.
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