La tasa de natalidad en Gaza cayó 40 por ciento y aumentaron los abortos espontáneos

Con el sistema sanitario en ruinas, muchas mujeres en Gaza enfrentan partos peligrosos sin asistencia médica adecuada.

28 de diciembre, 2025 | 13.05

El director del Ministerio de Salud palestino en Gaza informó que se registró una caída del 40 por ciento en los nacimientos en la franja. Además, hubo un fuerte aumento en los abortos espontáneos en comparación con el año pasado, producto de la desnutrición que sufren las madres y las restricciones de Israel al ingreso de los suministros médicos.

Según el último informe de la ONU, en la Franja de Gaza, cada día nacen alrededor de 130 bebés, pero la crisis sanitaria convirtió el parto en una verdadera batalla por la supervivencia. El sistema de salud está colapsado y muchas madres no cuentan con la atención especializada que necesitan, lo que genera complicaciones graves para recién nacidos y madres. Munir al-Bursh, director del Ministerio de Salud, añadió que el bajo peso al nacer se generalizó. 

De acuerdo a los datos del Fondo de Población de la ONU (UNFPA), uno de cada cinco bebés nace prematuro o con bajo peso, condiciones que requieren cuidados médicos que no siempre están disponibles. Además, al menos 15 mujeres dan a luz semanalmente fuera de centros de salud, muchas veces sin parteras capacitadas, sin acceso a alivio del dolor ni suministros básicos.

La situación es tan crítica que algunas mujeres se ven obligadas a dar a luz solas o con la ayuda de vecinos sin formación médica, exponiéndose a riesgos enormes. Antes del alto el fuego alcanzado en octubre, el UNFPA calculó que 55.000 mujeres embarazadas quedaron atrapadas en medio de bombardeos, desplazamientos y hambre extrema, sin acceso confiable a servicios de salud.

El impacto de esta crisis es devastador: aumentaron los partos prematuros, los abortos espontáneos y los mortinatos, vinculados a la desnutrición, el agotamiento y el miedo constante que viven las mujeres. Además, más de una cuarta parte de los nacimientos en Gaza son por cesárea, lo que requiere atención especializada que escasea.

Actualmente, el UNFPA brinda apoyo a 22 centros de salud, incluyendo cinco hospitales, y desplegó a 175 parteras en toda la Franja para atender esta emergencia. Nestor Owomuhangi, representante de la agencia en Palestina, destacó: “nuestro apoyo ha marcado una diferencia”.

El mayor hospital maternal de Gaza está en ruinas

El Hospital Al-Shifa, que supo ser el mayor centro de maternidad de Gaza, está casi en ruinas, pero sigue funcionando en condiciones extraordinarias. Sahar, una partera, contó cómo asistió un parto prematuro con recursos mínimos: “No tenía guantes ni herramientas. Usé un cuchillo de cocina calentado para cortar el cordón umbilical y toallitas húmedas como vendas”.

La inseguridad también complica el trabajo. Sahar relató que mientras intentaba asistir a una mujer de parto, drones sobrevolaban la zona y “disparaban a cualquier cosa que se moviera”. Tuvo que dar instrucciones a distancia. Cuando llegó, el bebé había nacido con dificultades respiratorias y no había incubadoras disponibles.

Owomuhangi advirtió que, aunque el 98% de los partos ocurren en centros de salud gracias al apoyo del UNFPA, 18 nacimientos diarios se producen fuera de hospitales, con consecuencias fatales en algunos casos. Por ejemplo, una mujer perdió la vida tras una hemorragia postparto porque no había sangre, transporte ni médicos disponibles para atenderla.

La agencia continúa enviando medicamentos, kits de dignidad y suministros de salud reproductiva a través de Egipto cuando es posible, además de brindar ayuda económica a mujeres vulnerables y mantener una línea de apoyo para mujeres y jóvenes. Owomuhangi aseguró: “Seguiremos trayendo suministros de todo el mundo hasta que cada nacimiento en Gaza pueda ocurrir de manera segura”.

Israel destruyó uno de los mayores centro de fertilidad de Gaza

El Centro de Fertilidad Al-Basma fue bombardeado a principios de diciembre de 2023. Su directo, el doctor Baha Ghalayini, no puede proporcionar una fecha ni hora exacta y basa esta estimación en la última vez que un miembro del personal vio el centro de fertilidad en funcionamiento.

Según contó el especialista a la BBCla parte más importante de la clínica albergaba dos tanques que contenían casi 4.000 embriones congelados y más de 1.000 muestras de esperma y óvulos.

El centro almacenaba embriones de pacientes que recibían tratamiento en otras clínicas, además de los suyos. "Hablo de 4.000 embriones congelados. No son solo cifras, son los sueños de la gente. Personas que esperaron años, se sometieron a tratamientos dolorosos y depositaron sus esperanzas en estos tanques que finalmente fueron destruidos".

El Centro de Fertilidad Al-Basma en ruinas.

Según sus cálculos, entre 100 y 150 mujeres perdieron lo que podría haber sido su única oportunidad de tener hijos, ya que muchas no pueden volver a someterse al procedimiento. "Algunas están envejeciendo, otras son pacientes de cáncer, otras padecen enfermedades crónicas. Muchas recibieron medicamentos fuertes para la fertilidad que solo pueden tomar una vez. Empezar de nuevo no es fácil", remarcó.

En marzo de este año, la Comisión Internacional Independiente de Investigación de las Naciones Unidas sobre los Territorios Palestinos Ocupados acusó a Israel de "atacar y destruir intencionalmente la clínica de FIV Basma" en una medida "destinada a impedir nacimientos entre los palestinos en Gaza". También afirmó que Israel impedía que la ayuda, incluidos los medicamentos necesarios para garantizar un embarazo y un parto seguros y la atención neonatal, llegara a las mujeres.

La comisión continuó afirmando que las autoridades israelíes "destruyeron en parte la capacidad reproductiva de los palestinos en Gaza como grupo... una de las categorías de actos genocidas".

En el momento del informe, la misión permanente de Israel ante la ONU emitió una declaración diciendo que "rechaza categóricamente estas acusaciones infundadas". Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, respondió calificó al Consejo de Derechos Humanos -que encargó el informe- de "organismo antisemita, podrido, partidario del terrorismo e irrelevante".