Mientras Donald Trump avanza con su guerra de aranceles, China, Rusia e India fortalecen su vínculo. Pese a ciertas rivalidades del pasado más lejano y no tanto, Xi Jinping, Vladimir Putin y Narendra Modi se mostraron esta semana en la Organización para la Cooperación de Shanghai juntos, cercanos, cuestionaron el unilateralismo y prometieron afianzar esos lazos. Los mandatarios de la gran tríada euroasiática se presentaron a la cumbre que reunió también al resto de los estados miembros del bloque que se creó en el 2001 y que tiene entre sus finalidades cooperar en materia económica y comercial, pero también en seguridad. El encuentro estuvo marcado por el pedido de un mundo multilateral, en el contexto internacional actual marcado por las decisiones de republicano estadounidense.
Y el mensaje llegó a donde quería llegar. El presidente estadounidense Donald Trump le respondió el gesto a su par chino. "Que el presidente Xi y el maravilloso pueblo chino tengan un gran y duradero día de celebración. Por favor, transmitan mis más cálidos saludos a Vladimir Putin y Kim Jong Un, quienes conspiran contra Estados Unidos de América", escribió en sus redes sociales cuando comenzaba el desfile militar del miércoles.
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La cumbre
Agarrados de la mano, llegaron Putin y Modi a la reunión de la Organización para la Cooperación de Shanghai (OCS) en la ciudad de Tianjin donde los recibió el anfitrión, Xi Jinping. Los tres líderes marcaron una postal que recorrió el mundo. Se los podía ver conversar entre abrazos, sonrisas, de manera amigable y buscaron que los medios capten ese momento para transmitirlo como parte del mensaje que dejó este encuentro. No fue una reunión más. En el caso del premier indio, hacía siete años que no pisaba territorio chino. Habían protagonizado una disputa de alta escala por un territorio en 2020. En el caso del mandatario ruso, en cambio, se dio a pocas semanas de la reunión con Trump y cuando pareciera que el líder republicano no logra el tan ansiado final de la guerra en Ucrania.
También, por supuesto, coincidió con la guerra comercial de Estados Unidos. No hace mucho impuso a India aranceles del 50% a parte de sus productos. El primer día que lanzó la lluvia mundial de aranceles, que bautizó como el Día de la Liberación, el pasado 2 de abril, Trump había anunciado un arancel más bajo para el gobierno de Modi, pero lo incrementó cuando el premier indio se negó a dejar de comprar petróleo ruso como le había exigido la Casa Blanca. Estados Unidos lo llegó a acusar de ayudar a financiar de esta manera las muertes en la guerra en Ucrania.
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Tras la invasión rusa de principios de 2022, las potencias europeas se sumaron a las sanciones de Estados Unidos contra Rusia por lo que parte de los hidrocarburos que se exportaban a Europa fueron redirigidos a los vecinos asiáticos de Moscú, entre los cuales China e India lideran las importaciones petrolíferas. Ese giro reforzó las alianzas multilaterales que ya existían.
La OCS fue creada en 2001 y, en ese momento formaron parte de su fundación, además de China y Rusia, países como Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. En 2017, se sumaron India y Pakistán, en 2022 la República Islámica de Irán y en 2023, Bielorrusia. En esta ocasión, además, participaron el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, y mandatarios de países observadores como el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan o el primer ministro egipcio, Mostafa Madbouly, entre otros. La organización nació con el espíritu de fortalecer los vínculos económico comerciales, pero también en materia de seguridad en relación a posibles ataques terroristas o separatistas.
¿Contra el orden mundial?
"En plena embestida de Trump sobre algunos de estos países, como es el caso de India con el aumento del 50% de aranceles para que deje de comprar petróleo ruso para tratar de aislar y debilitar la posición negociadora de Rusia con respecto a Ucrania, yo destacaría la foto que recorrió el mundo entre Putin, Xi y Modi, los tres gigantes de Eurasia o potencias emergentes de Eurasia como un mensaje para el mundo", explicó a El Destape el profesor de la UNLP e investigador del Conicet y Clacso, y uno de los autores del libro China en el (des) orden mundial de Batalla de Ideas, Gabriel Merino, quien destacó que la reunión se da en un contexto en el cual son varias las voces que cuestionan el actual orden mundial, que critican el unilateralismo y la estructura financiera, que consideran que beneficia a Estados Unidos y Europa.
En ese contexto, Merino aseguró que esos cuestionamientos o búsquedas de una nueva estructura mundial se vuelve atractiva también para parte del sur global que también considera que se ha visto perjudicada por las actuales estructuras económicas y financieras, como puede ser el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Un poco esta idea de que hay una estructura financiera que sirve para los intereses de Occidente que perjudica a los países en desarrollo y, por lo tanto, se necesita otra estructura", agregó el especialista, quien advirtió que este tipo de organizaciones no son necesariamente "anti occidentales" como muchas veces se las caracteriza en los medios de comunicación, sino que responden a que consideran que hay una era de prevalencia occidental que ya pasó.
"Vivimos en una economía post occidental. El principal centro de acumulación económica de los últimos años viene siendo Asia Indo-Pacífico, el sudeste asiático, donde están las tendencias más fuertes de crecimiento económico, hay un mundo post occidental y esas cumbre expresan eso. Aparecen críticas a cierto accionar de Occidente, pero no es una OTAN paralela y no necesariamente tiene tu espiritu anti occidental más allá de las críticas, pero es más propio de contexto post occidental que además se articula con el amplio sur global", definió Merino a una parte de lo que considera el contexto actual de estos encuentros.
Repercusiones de los aranceles
Las decisiones de Estados Unidos para terminar con el déficit pueden tener como consecuencia el aceleramiento de los procesos de consolidación política entre algunos mandatarios que deciden incluso dejar rispideces fronterizas de lado para dar respuesta a la guerra comercial estadounidense. "Lo cierto es que un poco India se ve obligada, no digo correr a los brazos de China, porque mantiene una política exterior de multi alineamiento o autonomía estratégica que no quieren depender de algún país en particular, pero esta visita de Modi a China después de siete años es un poco a mi modo de ver una respuesta a esta unilateralidad por parte de Estados Unidos", aseguró a este medio la Magíster y Doctorando en RRII, la coordinadora del Grupo de Trabajo sobre India en el CARI, Sabrina Olivera.
La especialista explicó que India mantuvo históricamente una postura en su política exterior de no alinearse firmemente con alguna potencia y que en cambio busca priorizar su interés nacional. En ese contexto, Olivera sostuvo que el gobierno de Modi no va a dejar de comprar petróleo más barato a Rusia porque se lo pida Estados Unidos y recordó que el propio premier expresó que buscará fortalecer ese vínculo, con el país gobernado con Putin que además es uno de sus grandes proveedores de armas. En el caso de China, la académica destacó la visita del primer mandatario a territorio chino, tras años de cierto enfriamiento por los ataques cuerpo a cuerpo en la frontera entre las dos grandes potencias asiáticas.
A modo de conclusión, Olivera afirmó: "Se puede decir que la decisión de Trump de los aranceles puede resultar ser un poco torpe sobre todo teniendo en consideración que pensaba a India como un contrapeso de China en la región, y lo que generó ahora es volver más fuerte esta tríada de Rusia, China e India, más allá de que India nunca mantiene una retórica antioccidental".
Tras la cumbre, el miércoles en Beijing el gobierno de Xi organizó un gran desfile militar para conmemorar los 80 años del fin de la agresión japonesa en el marco de la Segunda Guerra Mundial. Este acto sirvió, por un lado, para que el gobierno comunista pudiera mostrar sus últimos avances en materia armamentística, pero que también se lo vio al líder chino rodeado de decenas de mandatarios, entre los cuales, estuvo nuevamente Putin, y entre los cuales se destacó por poco usual, la presencia del líder norcoreano, Kim Jong Un.
El saldo de la cumbre de Cooperación además de los anuncios comerciales, sin cuestionamientos a la Guerra en Ucrania por la presencia de Putin, aunque sí un fuerte pedido por Gaza, quedaron expresadas en los puntos acordados. Pero también sirvió para que los líderes de las grandes potencias euroasiáticas enviaran un mensaje firme de unidad y presentarse como quienes buscan un mundo multilateral y que se los reconozca por el peso que en efecto tienen en la economía y política mundial.