Por primera vez, organizaciones de derechos humanos de Israel denunciaron un genocidio contra los palestinos en Gaza

B'Tselem y Médicos por los Derechos Humanos presentaron dos informes para justificar su denuncia. "Esta no es una crisis temporal. Es una estrategia para eliminar las condiciones necesarias para vivir", concluyó la organización de médicos, mientras la otra advirtió: "Cualquier detonante puede expandirlo (el genocidio) a otra áreas bajo control de Israel."

28 de julio, 2025 | 15.31

Mientras se multiplican las imágenes de niños y adultos esqueléticos y aumentan las muertes de palestinos por desnutrición extrema, las condenas contra el gobierno de Israel por la hambruna que forzó en la Franja de Gaza no paran de acumularse, ahora también desde adentro mismo de su sociedad. Dos de las principales organizaciones de derechos humanos israelíes, B'Tselem y Physicians for Human Rights (Médicos por los Derechos Humanos) denunciaron un genocidio contra los más de dos millones de palestinos de Gaza y acusaron sin medias tintas al Estado israelí.

"Nuestro genocidio", tituló la primera de las organizaciones y explicó: "Un análisis de la política de Israel y sus horribles resultados, junto con declaraciones de experimentados políticos y comandantes militares israelíes sobre los objetivos de los ataques, llevan a la conclusión inequívoca de que Israel está realizando acciones coordinadas y deliberadas para destruir a la sociedad palestina en la Franja de Gaza. En otras palabras: Israel está cometiendo genocidio contra los palestinos de la Franja de Gaza."

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Destrucción y reivindicación

Los informes recuerdan un sinfín de declaraciones de funcionarios y líderes israelíes, pero una en especial resuena con especial fuerzas dada la hambruna forzada actual, que ya mató a casi 150 palestinos, entre ellos casi 90 niños. Hace prácticamente un año, a principio de agosto de 2024, el ministro de Finanzas y uno de los referentes de la radicalización del gobierno de Benjamin Netanyahu, Bezalel Smotrich, había defendido la idea de matar de hambre a los dos millones de palestinos que viven en Gaza como una estrategia "moral" hasta que Hamas devuelvan a todos los rehenes israelíes. 

"Es imposible en la realidad global actual hacer la guerra -nadie en el mundo nos permitirá matar de hambre y sed a los dos millones de ciudadanos (sic, los palestinos viven bajo ocupación militar hace más de 50 años y no tienen derechos), aún si es lo justo y moral hasta que devuelvan a nuestros rehenes", había dicho el ministro de Netanyahu para defender la idea de que la distribución de ayuda debía estar completamente en manos de Israel. "No podes combatir a Hamas con una mano y darle ayuda con otra", agregó, machacando sobre la denuncia de las autoridades israelíes de que Hamas se quedaba con la ayuda humanitaria que enviaba la ONU y la comunidad internacional, algo que quedó oficialmente desmentido hace solos unos días tras por una investigación del ejército israelí. 

Pese a que las denuncias del robo de la ayuda humanitaria eran falsa, sirvió para que Israel entregara a finales de mayo pasado la distribución de comida a una empresa de mercenarios estadounidenses, mientras sigue bloqueando en los países vecinos la entrada a Gaza de la mayoría de los miles de camiones con ayuda de la ONU y organizaciones humanitarias. Desde finales de mayo hasta ahora más de mil palestinos fueron asesinados por disparos de soldados israelíes o mercenarios de la empresa estadounidense cuando intentaban conseguir comida. 

Esta es apenas una de las tácticas que componen el genocidio, tal como lo denuncian las dos organizaciones israelíes. "Cada día, docenas mueren de desnutrición. Noventa y dos por ciento de niños de entre seis meses y dos años no comen lo suficiente para crecer. Al menos 85 niños ya murieron de hambre. Israel desplazó a 9 de cada 10 gazatíes, destruyó o dañó el 92% de las casas y dejó a más de medio millón de chicos sin escuelas o estabilidad. Hizo desaparecer los servicios de salud esenciales -incluyendo centros de diálisis, de atención materna, para tratar a pacientes con cáncer y diabetes", denunció en su informe Physicians for Human Rights (Médicos por los Derechos Humanos).

Y aclaró: "Esta no es una crisis temporal. Es una estrategia para eliminar las condiciones necesarias para vivir. Aún si Israel detiene su ofensiva (militar) hoy, la destrucción que infringió garantiza que muertes prevenibles -como por desnutrición, infecciones o enfermedades crónicas- continuarán por años. No es daño colateral. Esto no es un efecto secundario de la guerra. Esto es la creación sistemática de condiciones invivibles. Esto es la negación de la supervivencia. Esto es genocidio."

B'Tselem coincidió en el análisis de la situación actual en Gaza y, además, advirtió: "Alertamos sobre el presente y claro peligro de que el genocidio no se quedará confinado a la Franja de Gaza, y que las acciones y la mentalidad que lo está impulsando pueden expandirse a otra áreas también. (...) El genocidio está pasando ahora en la Franja de Gaza, pero cualquier detonante puede provocar su rápida expansión a otras áreas bajo control de Israel. Actualmente, no hay ningún mecanismo, doméstico o internacional, para frenarlo."

Además, de los más de dos millones de palestinos que intentan sobrevivir en la Franja de Gaza, otros 2,7 millones viven bajo ocupación militar israelí hace más de 50 años en Cisjordania y más de 220.000 en Jerusalén este, mientras que más de dos millones (más del 20% de la población total) son ciudadanos de segunda dentro de Israel. para ellos es la alarma que encendió B'Tselem.