Kilmar Ábrego García, el migrante deportado sin el debido proceso a El Salvador por el gobierno de Donald Trump ante de ser devuelto a Estados Unidos para enfrentar cargos criminales, compareció el miércoles ante un tribunal para que una jueza de Tennessee estableciera las condiciones de su excarcelación.
Ábrego llevaba una camiseta naranja carcelaria y unos auriculares para escuchar a un intérprete de español traducir los procedimientos en la sala del tribunal de Nashville de la jueza Barbara Holmes.
La jueza dictaminó el domingo que el Gobierno no podía seguir deteniendo a Ábrego, de 29 años, a la espera de juicio por dos cargos que le acusan de conspirar con al menos otros cinco miembros de una red de contrabando para introducir inmigrantes ilegalmente en Estados Unidos.
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Ábrego, residente en Maryland, se ha declarado inocente. Su caso se ha convertido en un emblema de la agresiva política de inmigración del presidente republicano y del rechazo de los grupos de defensa de los derechos humanos.
Sus abogados han calificado los cargos como un esfuerzo del Gobierno para justificar su violación de los derechos de Ábrego al deportarlo a El Salvador a pesar de una orden judicial de 2019 que prohíbe tal medida con el argumento de que podría enfrentarse a la persecución de las bandas en su país de origen.
La esposa de Ábrego, su hijo pequeño y sus dos hijos de otra relación son ciudadanos estadounidenses y viven en Maryland. Fue deportado el 15 de marzo y devuelto el 6 de junio.
Las autoridades estadounidenses habían calificado su deportación de "error administrativo", pero inicialmente dijeron que no lo traerían de vuelta. Eso generó preocupación entre los críticos de Trump de que su Gobierno estaba ignorando las libertades civiles y el debido proceso en su impulso para intensificar las deportaciones.
Según la acusación, Ábrego a menudo recogía migrantes en Houston, e hizo más de 100 viajes entre Texas y Maryland entre 2016 y 2025. Al instar a Holmes a detenerlo, los fiscales alegaron que a veces transportaba a menores y que a menudo llevaba a sus propios hijos pequeños en los viajes para que sirvieran de tapadera.
Con información de Reuters
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