La policía federal de Brasil acusó formalmente a Jair Bolsonaro, a su hijo Carlos y a otras personas en una investigación sobre la supuesta vigilancia ilegal de la agencia de espionaje ABIN a autoridades durante su mandato presidencial.
En un comunicado sin citar nombres, la policía federal confirmó la conclusión de la investigación, detallando la "existencia de una organización criminal centrada en la vigilancia ilegal de las autoridades públicas y la producción de noticias falsas, utilizando los sistemas de ABIN".
Bolsonaro, que ya está acusado en un caso de intento de golpe de Estado, supuestamente estaba al tanto del esquema de vigilancia ilegal de ABIN y se benefició de él, según una fuente de la policía federal. Su abogado dijo a Reuters que no estaba al tanto del caso y que no había visto el informe de la policía federal.
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Carlos Bolsonaro, concejal de Río de Janeiro, fue acusado de utilizar información obtenida ilegalmente a través de la trama para atacar a objetivos a través de las redes sociales.
Alexandre Ramagem, ex director de la ABIN durante el gobierno de Bolsonaro, y Luiz Fernando Correa, actual director de la agencia, también fueron acusados.
Correa es sospechoso de obstruir la investigación de la Policía Federal durante el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
ABIN declinó hacer comentarios. La oficina de prensa de Ramagem no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios. Carlos Bolsonaro no pudo ser localizado.
El año pasado, Reuters informó que la estructura paralela de ABIN creada bajo el gobierno de Bolsonaro monitorizaba al menos a tres jueces de la Corte Suprema. Tras la acusación, ahora corresponderá a la Fiscalía decidir si presenta cargos contra Bolsonaro y los demás implicados en el caso.
Con información de Reuters