El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, un católico que ha chocado con el papa Francisco por las políticas de inmigración del gobierno de Donald Trump, participó el viernes en un servicio religioso en el Vaticano el viernes, al que el pontífice no asistió.
Vance se unió a una ceremonia en la Basílica de San Pedro por el Viernes Santo, el día en que los cristianos conmemoran la crucifixión de Jesús.
Francisco está limitando sus apariciones públicas por orden de los médicos mientras se recupera de una doble neumonía.
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Francisco ha hecho de la atención a los migrantes uno de los temas clave de sus 12 años de papado. Ha criticado duramente los planes del gobierno de Trump de deportar a millones de migrantes en Estados Unidos, calificando la política de "desgracia".
Vance, que se convirtió al catolicismo en 2019, ha citado la enseñanza católica de la época medieval para justificar la represión de la inmigración.
Francisco rebatió el concepto teológico que Vance utilizó para defender la represión en una inusual carta abierta a los obispos católicos estadounidenses en febrero, y calificó el plan de Trump como una "crisis mayor" para Estados Unidos.
Vance se reunirá formalmente el sábado en el Vaticano con el cardenal Pietro Parolin, el más alto funcionario de la Iglesia después del Papa. No se espera que Francisco participe del encuentro.
Es posible que Vance asista también el domingo a la celebración de la Pascua en la Plaza de San Pedro. El Vaticano aún no ha comunicado si el Papa asistirá a la ceremonia.
Con información de Reuters
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