Los recortes de Donald Trump a los programas contra el VIH/sida harán descarrilar aún más un plan ya tambaleante para acabar con la enfermedad como amenaza para la salud pública en 2030, dijo el viernes la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.
Con 1,3 millones de nuevas infecciones en 2023, según los últimos datos, el mundo ya estaba "fuera de camino", dijo Byanyima a periodistas en Sudáfrica, país con 8 millones de personas seropositivas, el mayor número del mundo.
"Menos financiación significa que nos desviaremos cada vez más del camino", dijo en Johannesburgo después de reunirse con el presidente Cyril Ramaphosa para discutir la estrategia africana contra el VIH/sida a la luz del recorte de miles de millones de dólares en ayuda exterior por parte del presidente de Estados Unidos en febrero.
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"Aún no sabemos cuál será el impacto, pero impacto habrá. Ya se observa en varios países un descenso en el número de personas que acuden a las clínicas", afirmó Byanyima.
Antes de los recortes, los programas de prevención habían reducido el número de nuevas infecciones, pero "no lo suficiente como para alcanzar nuestro objetivo de 2023".
Ahora, con el cierre de las clínicas comunitarias de prevención en toda África, las infecciones seguramente aumentarán, aunque todavía no está claro en qué medida.
La decisión de la administración de recortar gran parte de la ayuda exterior estadounidense ha interrumpido el suministro de tratamientos contra el VIH que salvan vidas, y algunos países se enfrentan a la posibilidad de quedarse sin ellos.
En Sudáfrica, donde una quinta parte del presupuesto para el VIH se financiaba con fondos estadounidenses, las pruebas y el seguimiento de los pacientes con VIH ya están disminuyendo.
(Reportaje de Tim Cocks, Edición de William Maclean; editado en espsañol por Daniela Desantis)