Kicillof criticó que dejen a la PBA fuera del diálogo y el Gobierno volvió a atacarlo

El gobernador criticó que dejen afuera de las reuniones en la Casa Rosada a 17 millones de bonaerenses y marcó que la deuda de la Nación con la Provincia se acerca a los 3 billones. Adorni, Santilli y Petri se turnaron para atacarlo.

04 de noviembre, 2025 | 00.05

"Dejar afuera, no al gobernador, sino a 17 millones de bonaerenses, es una pésima idea. Esto agrede al federalismo, a la democracia y a toda enunciación acerca de una apertura". El gobernador bonaerense Axel Kicillof utilizó un tramo de la presentación del proyecto de presupuesto provincial en La Plata para retomar las críticas al gobierno de Javier Milei por no haberlo invitado al diálogo en la Casa Rosada, profundizando algunas cuestiones que ya había expresado en una carta que difundió el sábado. El Gobierno volvió a ensañarse en su contra. Los flamantes jefe de Gabinete, Manuel Adorni, y ministro del Interior, Diego Santilli, le dijeron las peores cosas para justificar el veto a su participación de un encuentro con madatarios provincias. Hasta el ministro de Defensa, Luis Petri, se sumó a la movida y también el apuntó al gobernador, claramente señalado por la Rosada como su principal adversario.

"Hay una realidad que el Presidente no quiere ver", observó Kicillof. Hacía referencia a la grave situación que atraviesan los sectores productivos de las provincias, que son los que generan trabajo. En una zona de carácter netamente industrial como el GBA, eso se nota mucho más. "Desde que llegó Milei no ha parado de producirse una verdadera hecatombe productiva, mayor desigualdad y más necesidades", enumeró el gobernador. Detalló que las deudas que mantiene el Ejecutivo nacional con la Provincia ya alcanzan los 13 billones de pesos, al haber eliminado los fondos para seguridad, compensador del tranporte, de jubilaciones, de incentivo docente, además de mil obras y 16 mil viviendas. Todos compromisos incumplidos fijado en leyes y acuerdos por los que, sostuvo, el Gobierno ingresó en el terreno de la ilegalidad y motivó que acudiera en reclamo a la Corte Suprema. 

Kicillof volvió en la presentación en La Plata sobre algunos conceptos que había listado en la extensa carta pública a Milei que distribuyó el sábado. "Una vez más le propongo discutir estas cuestiones -y las que usted quiera agregar- con seriedad", le planteó al Presidente allí. No sólo Kicillof, sino otros tres gobernadores de Fuerza Patria -el riojano Ricardo Quintela, el formoseño Gildo Insfrán y el fueguino Gustavo Melella- fueron los únicos no invitados a la reunión que convocó Milei. Alrededor de la larga mesa del salón Eva Perón  estuvieron su gabinete y 20 mandatarios provinciales, en una apertura de diálogo para conversar sobre la agenda legislativa que tiene como primer punto la discusión del Presupuesto 2026. El pedido repetido por Kicillof no sólo no fue atendido, sino que los voceros del Ejecutivo se dedicaron a atacarlo con tono variado.

Uno de los más interesados fue Santilli, quien desde el vamos descartó cualquier posibilidad de contacto con Kicillof. Ganador de la reciente elección legislativa en la provincia de Buenos Aires, el flamante ministro del Interior no esconde sus intenciones de candidatearse nuevamente a gobernador en 2027, ahora por La Libertad Avanza. Dijo que Kicillof no había sido invitado porque no había adherido al Pacto de Mayo, punto que debía revisar si quería participar de los encuentros en la Casa Rosada. A eso le agregó una agenda que también debía incluir la baja de impuestos y un nuevo Código Penal. En cambio, nada planteó respecto al reclamo de Kicillof y de los 13 billones de deuda acumulada de la gestión Milei con la principal provincia. 

Más duro todavía fue Adorni, seguramente por su antigüedad como vocero y funcionario de Milei. "La carta de Kicillof es desopilante. Nos dice que necesita un reunión para decirnos que está todo mal y que hay que hacer las cosas como él quiere. Hay que recordarle que perdió las elecciones y preguntarse cuáles son las intenciones de una persona que ha sido un derrochador de fondos públicos en la provincia de Buenos Aires", sostuvo en una de sus primeras declaraciones en el nuevo cargo. Buscó vincular al gobernador con la emisión monetaria y la suba de impuestos. Con todo, Adorni dejó librado a la decisión de Santilli si se convocará o no a Kicillof a futuras rondas de diálogo con los gobernadores. Más temprano se había abrazado con Milei en el festivo video que difundieron de la reunión de gabinete. Tampoco se refirió a los reclamos puntuales del gobernador.

Hasta el ministro Luis Petri, poco dado a las declaraciones rimbombantes, entendió para dónde iba la mano y se subió al enfrentamiento con Kicillof. "Lo ayudamos tanto con Bahía Blanca y no devuelve una pared", inició. En la gobernación sostienen exactamente lo contrario respecto a la colaboración recibida desde el Ejecutivo por las inundaciones y los fondos prometidos que nunca llegaron. "Es del club de los tirapiedras. ¿Vamos a reformar el Código Penal, nos vas a ayudar a modernizar la ley laboral? Si no es un diálogo de sordos", planteó Petri. El Ejecutivo parece haber encontrado al enemigo al que puede discriminar sin problemas de los encuentros con sus pares en la Casa de Gobierno y además recriminarle cualquier cosa, aparentemente todo sin costo alguno.