La Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) advirtió este martes que el sector atraviesa “uno de los momentos más delicados de las últimas décadas” y reclamó “medidas urgentes de fiscalización y previsibilidad” ante una combinación de caída del consumo, incremento de importaciones y presencia de productos inseguros en el mercado. También alertó por el cierre de comercios históricos en los últimos meses, que demuestran "un indicador claro del deterioro del mercado".
“La industria tiene 6 de cada 10 máquinas paradas sin producir”, dijo el presidente, Matías Furió, a través de un comunicado difundido por el organismo. En el texto, la entidad advirtió que el consumo en jugueterías, cadenas y supermercados “continúa sin mostrar señales de recuperación”, mientras que el e-commerce alcanza apenas el 25% de las ventas, con dificultades logísticas y financieras para las pymes. La situación se agrava con un "fuerte incremento de importaciones, compras puerta a puerta y contrabando", en un contexto de "transición normativa en seguridad del juguete que genera incertidumbre".
"La industria argentina del juguete puede competir en calidad, diseño y seguridad, pero enfrenta una desventaja estructural frente al gigante asiático, donde los costos laborales, ambientales y energéticos son significativamente más bajos y existen incentivos a la exportación que distorsionan los precios internacionales. Esta asimetría profundiza la competencia desleal y compromete la sostenibilidad del sector", señaló la cámara en el comunicado.
Además, advirtió que entre enero y octubre las importaciones de juguetes "alcanzaron USD 91,3 millones FOB y 17,5 millones de kilos", con incrementos interanuales del 59,5% en valor y 94% en volumen, y con China explicando el 85,7% del valor y 94,4% del volumen importado. “En un año pasamos de 199 a 530 importadores de juguetes, una avalancha sin precedentes”, afirmó Furió.
Cierre de jugueterías históricas
En su informe, la cámara remarcó que en los últimos meses hubo muchos comercios que tuvieron que bajar su persiana, entre los que ubicó a tres cadenas históricas en distintas partes del territorio nacional, una situación que fue calificada como "un indicador claro del deterioro del mercado".
Entre ellas, mencionó el caso de Rossier, ubicada en el partido bonaerense de Escobar, que cerró en octubre de 2025 tras casi 40 años en la calle Rivadavia al 500, frente a la terminal de Ómnibus del distrito. El local, según se detalló, seguirá únicamente de manera virtual. También la clásica tienda Halago's, del partido de Quilmes, también dejó de funcionar luego de años de actividad.
Por otro lado, en la ciudad de Trelew, en Chubut, la juguetería Lilián, con cerca de 50 años de trayectoria. “Pasan tres días y no abrimos la caja”, relató su dueña, según el organismo.
Excedentes de stock desde 2023
Además, la cámara apuntó que la competencia con China y la sobreoferta por el stock acumulado de 2023 profundizan la crisis y que muchas fábricas toman crédito “no para invertir, sino para pagar sueldos y aguinaldos”. "El mercado aún absorbe excedentes de stock de 2023 -tanto nacionales como importados que ingresaron a un dólar oficial muy bajo-, generando sobreoferta, caída de precios, distorsión del mercado y un freno al desarrollo de calidad del sector", se indicó.
Las cinco advertencias del sector
- Ventas estancadas
- Sobreoferta por el stock acumulado de 2023
- Ingreso masivo de nuevos importadores
- Jugueterías con márgenes negativos por incrementos en tarifas de energía y presión del canal online
- Fábricas que toman crédito no para invertir, sino para pagar sueldos y aguinaldos
