Un grupo de trabajadores de la empresa de porcelanatos ILVA realizó una protesta con quema de gomas en la puerta de la fábrica ubicada en el partido bonaerense de Pilar, donde denunciaron que la firma dejó a 300 personas "en la calle". También alertaron que la compañía se "ampara" en el discurso del presidente Javier Milei de "no hay plata", con el que le dan "poder a los empresarios" para despedir personal.
"Estamos sin poder cobrar nuestro salario, sin poder llevarle el plato de comida a nuestra familia. Con todo lo que sucede en el país, los trabajadores no estamos exentos. Necesitamos respuestas y saber qué quieren hacer con nosotros. Detrás de cada uno hay una familia, nos dejan desamparados y en la calle", dijo el delegado de la fábrica Juan González a C5N.
Luego de que todos los empleados de la firma reciban un telegrama de despido adjudicando un "preventivo de crisis", un nutrido grupo de trabajadores se agolpó en las puertas de la fábrica, que están "cerradas con candado" luego de que se decida "vaciar todo". "Queremos nuestros puestos de trabajo y nuestro salario digno. Estamos todos con el corazón en la mano", planteó el empleado con 15 años de antigüedad.
Para el delegado, la posición de los dueños de la empresa de que "no hay plata" para mantener la compañía se asemeja a la prédica de Milei. "Dicen que no hay plata. Parecen el gobierno de turno de hoy, están en esa política. Se amparan en el Presidente lamentable que tenemos, que dice que no tenemos plata y que le da poder a todos los empresarios", remarcó.
Por otro lado, otra trabajadora dijo sentirse "pisoteada" por una compañía en la cual trabaja desde hace 22 años y a la cual cree haberse ausentado "cuatro veces". "Aunque mi hijo tenga discapacidad, le daba una convulsión a la mañana y venía a cumplir. Esta gerencia vino a matar, destruir y robar", señaló la empleada.
En esa línea, siguió: "No tenemos ni amparo del gobierno. Los sindicatos iban y conseguían cosas. Ahora están atados de manos".
Los 300 despidos en la fábrica de Pilar
La fábrica ILVA pertenece a la familia Zanón, propietaria de la tradicional firma del sector Cerámicas Zanón. “Hicimos el descargo y el rechazo a las cartas documentos que les llegaron a los compañeros. Se fijó una audiencia para el jueves a las 9.30 reclamándole al Ministerio que le exija a la empresa que se presente”, había dicho el delegado, también despedido, Marcelo Barrionuevo sobre la instancia a la que ILVA faltó.
Estas desvinculaciones se argumentaron en el artículo 247 de la Ley de Contrato de Trabajo, que habilita a las empresas a reducir hasta en un 50% las indemnizaciones en caso de fuerza mayor. La fábrica argumenta que esto se produjo por la “fuerte caída de las ventas”.
“Seguimos la lucha: con todos los compañeros nos vamos a ir rotando. Va a venir un grupo a la mañana, otro grupo va a estar de noche hasta lograr la reincorporación”, contó Barrionuevo sobre la medida de fuerza que decidieron adoptar los despedidos.