Paola Arismendi, la esposa del uruguayo deportado por el gobierno de Javier Milei habló con El Destape 1070 y explicó cómo vivió el momento de la deportación de su marido, Juan Pedro Piedraita, que esperaba su DNI desde 2016. "Se lo llevaron a las 4 AM, lo llevaron a Montevideo y lo dejaron en el aeropuerto de Carrasco", explicó la mujer visiblemente angustiada.
Arismendi contó que Piedraita se instaló en Buenos Aires hace dos décadas. "Él llegó a Buenos Aires hace 20 años. Tenemos tres hijos, de 17, 16 y 8 años", contó la mujer. Nunca llegó a conseguir su documento hasta el 2016, cuando pudo comenzar con los trámites. "Fuimos mil veces a migraciones para regularizar su situación y para que te des una idea, tenemos la luz de nuestra casa a su nombre, él pagaba el monotributo social", explicó Arismendi al aire para la radio de El Destape.
Respecto al documento faltante, Arismendi afirmó que ya les faltaba poco para que finalmente saliera, después de la espera. "La detención de Juan Pedro se da de la peor manera. Nosotros vamos el viernes a migraciones para supuestamente tener su DNI definitivo, eso nos dijo un empleado", contó.
Al momento de explicar cómo fue la secuencia de la deportación. "A él lo llevaron a una alcaldía. Desde la Defensoría me mandaron un mensaje para que le alcance las cosas porque él es hipertenso. Un amigo le llevó todo y no le dejaron entregar nada". "La Defensoría se portó de la peor manera", indicó.
Inmediatamente después agregó que a ella la contactaron "con una abogada" a la cual "tampoco la dejaron presentar un recurso de amparo". "Nadie nos dijo nada, solo fue que mi marido se fue y no vuelve. Fue horrible", describió sobre la situación.
"Rompieron una familia. No creo que el Presidente pueda entender algo de amor. Mi marido es mi otra parte de mi vida. Mis hijos lloran", dijo Arismendi, a lo que agregó que por los nervios sobre la situación "desde el viernes" que no duerme, pero que busca "estar fuerte" por sus hijos.
Cómo era la vida de la familia y cómo sigue el caso
La mujer indicó explicó que ninguno de los dos tenía antecedentes penales ni deudas con la justicia, solo por una pequeña causa que su marido arrastraba a la cual describió como "una pavada". "Él tenía una causa vieja del 2018 por violación de domicilio, por una pelea. Los vecinos llamaron a la policía, pero fue una pavada. Fue una condena de un año excarcelable que él cumplió. Tengo el papel del cierre de la causa", explicó Arismendi.
Respecto a qué se dedicaban, la esposa de Piedraita sostuvo que ambos son "emprendedores" y que cuentan con "un puesto en la Feria". La pareja está instalada en el municipio de Merlo, en el oeste del Gran Buenos Aires. "Él sale a buscarla, va casa por casa a vender, siempre buscamos, todos los días", explicó.
"Él era el sostén de mi familia. Yo soy sola con mis tres hijos y mi mamá y mi papá son jubilados. No sé cómo hacer", afirmó Arismendi.
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