"Lo que se viene a partir del 27 de octubre acá adentro es un Game of Thrones", se sinceró un funcionario de la Casa Rosada ante El Destape. Hace referencia a aquella taquillera serie que reflexiona sobre el poder, los lazos familiares, las alianzas, la ambición y la corrupción.
El Gobierno arranca su proceso de reordenamiento y se prepara para una segunda etapa, con el padrinazgo total y absoluto de los Estados Unidos de América liderado por Donald Trump. En medio de una crisis económica, financiera y cambiaria de la que no encuentra salida, Javier Milei deja su futuro en manos del trumpismo que ya opera en Argentina.
En ese contexto es que se prepara Milei para reinventar otro Gobierno. Es el juego de tronos que se viene luego de las elecciones del 26 de octubre, que aún tiene resultado incierto. El Gobierno cree que gana con pocos votos y poco margen. Y por ello finalmente tendrá que cumplir con el mandato de EEUU: un gobierno más amplio y con mayor consenso en el Congreso. Con más gobernadores y más aliados. Un combo inevitable. ¿Y si pierde? El escenario es oscuro.
El asesor sin firma Santiago Caputo es el apuntado dentro del Gobierno para dejar de ser invisible y pasar a blanquear su tarea. El hombre que inventó a Milei va por un rol relevante en esta etapa. Lo confirmó el propio Presidente públicamente tras las versiones que andaban dando vueltas sobre el tema.
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Presionado por parte del Gabinete y elevado por actores del trumpismo, Caputo finalmente blanquearía su rol en la administración libertaria. El asesor pide ir por todo. "Es lógico que quiera un cargo alto, como la jefatura de Gabinete. Está diciendo como 'bueno, si me presionan y quieren que firme, denme el premio mayor'", argumenta una fuente de la Rosada ante El Destape.
En la semana hubo una versión de que Caputo podría ir a la jefatura de ministros y Guillermo Francos pasar a Interior. En el Gobierno lo descartaron. "No hay manera de que Guillermo acepte eso", afirmaron.
En el entorno de Francos dejaron trascender que cualquier baja de rango que le ofrezcan se va a su casa. "Guillermo tiene más de 70 años y es un tipo al que le fue muy bien. Si es así, seguirá apoyando desde otro lado", advierten ante este portal.
Francos cree que para el tipo de Gobierno que se avecina su continuidad es clave. "No vemos por qué Francos no seguiría en un Gobierno que va hacia tener mejor relación con los aliados", argumentan desde el guillermismo.
"Guillermo quiere tres cosas para después del 26 de octubre. No podemos gobernar peleándonos con todos. Tenemos que recomponer la relación con los aliados naturales, como el macrismo, los gobernadores y los radicales peluca. Y abrir la posibilidad de, en el marco de esos acuerdos, que se ocupen lugares en el gabinete", explicaron a este portal.
Pocos en la Rosada creen que Caputo puede llegar a querer o pedir la jefatura de Gabinete. Es cierto que el asesor ya funciona casi como tal. Un jefe de ministros en las sombras con tentáculos en casi todas las áreas de Gobierno. Las señales de que Estados Unidos impulsa que Caputo tenga más poder en la estructura están a la vista.
En la semana llamó la atención en la Rosada la aparición de una nota crítica en un medio importante contra Francos por su acercamiento con China en estos dos años. Nombraba 50 reuniones del jefe de Gabinete con enviados de ese país. Según pudo averiguar El Destape, Francos estalló de bronca y hubo llamados cruzados. En su entorno lo defendieron: "Desde que asumió el 10 de diciembre de 2023 se reunió 12 veces con chinos y 47 con norteamericanos". En el guillermismo creen que "la operó esa nota un agente desde el Departamento de Estado".
El hecho, más allá de lo periodístico, es un gesto político. Francos cree que EEUU lo está operando. ¿Para bajarlo? ¿Para subir a quién? Dudas que surgieron en Balcarce 50. Descartaron de lleno que haya sido una operación interna de la Rosada. "La relación entre Francos y Caputo hoy es buena, como siempre", expresaron a El Destape en la Rosada.
El trumpismo mira de reojo a Francos, quien viene de una pelea sin fin con un eslabón del Gobierno norteamericano: Maurice Claver Carone, ex titular del BID, quien acusa al jefe de Gabinete de haberlo hecho echar de ese lugar y de la separación de su mujer. Es que hace años se reveló que su secretaria era su amante y la beneficiaba. Carone acusa que lo filtró Francos ese dato cuando estaba en ese organismo bajo el mandato de Alberto Fernández.
Además de Francos, con el que hay barullo es con el Canciller Gerardo Werthein, apuntado como el responsable del papelón en la Casa Blanca sobre los dichos de Trump, que no sabía qué se votaba en Argentina en octubre. El mandatario lanzó que se avecinaban las presidenciales.
Caputo impulsa a un imposible: Nahuel Sotelo, secretario de Culto. Pero el nombre más firme que suena es el de Federico Sturzenegger, hoy sin tareas en el Gobierno y que sigue cobrando como ministro. Varios, además, se sacarían así de encima al Coloso, que también puja por la jefatura de Gabinete.
El posible ascenso de Santiago Caputo vendría de la mano con el corrimiento de Karina Milei de la toma de decisiones. Ya no solo impulsa ese reclamo el asesor, el PRO, los gobernadores, los inversores y los aliados sino que ahora también se sumaría EEUU. ¿Aceptará Milei correr a su hermana para salvar el Gobierno? Que arranque el Juego de Tronos.