Chau Shimy: quebró la empresa que hacía los postres de Sancor

La empresa, que entró en concurso preventivo en 2024, dejará a unos 400 empleados en la calle. Nadie quiso comprar la firma ni tomar las riendas de sus dos fábricas, castigadas por mal gerenciamiento y un contexto económico de consumo por el piso.

07 de noviembre, 2025 | 13.38

La Justicia decretó la quiebra de Alimentos Refrigerados Sociedad Anónima (ARSA), la empresa láctea que elaboraba los yogures, flanes y postres de la marca SanCor. La firma producía los productos Shimy, Sancorito, Sublime, Flanes Caseros SanCor, Vida, Yogs y Primeros Sabores. Hay cerca de 400 trabajadores que serán despedidos de sus plantas de Buenos Aires y Córdoba.

El juez Federico Güerri, a cargo del Juzgado Comercial 29, dictaminó la liquidación final de la empresa y el cierre de sus instalaciones, una decisión que se dio tras fracasar un concurso preventivo iniciado en abril de 2024. La empresa tenía una planta en la localidad de Arenaza, Buenos Aires, donde trabajaban 180 personas, y un centro de distribución en Montecristo, Córdoba, que empleaba a otras 200.

Sin embargo, no se presentó ningún interesado en comprar la firma y sostener la producción, lo que derivó en el cierre. La compañía también tenía una red logística compuesta por 165 distribuidores en distintos puntos del país que llegaban a 70.000 comercios cada semana.

Cómo comenzó la crisis

Entre los años 2017 y 2018, ARSA -perteneciente al grupo Vicentin- adquirió a Sancor Coop. Ltda. la línea de productos Sancor Frescos, que incluía sus yogures y postres, y también sus plantas de Buenos Aires y Córdoba. 

Años más tarde, y tras la crisis de Vicentin, la firma fue vendida al grupo venezolano Maralac S.A., controlante también de Lácteos Conosur (La Suipachense). Sin embargo, la Justicia comercial de Rosario intervino ante denuncias de intento ocultar de manera intencional y fraudulenta bienes para evitar su inclusión en un proceso legal. Ante esto se decidió ordenar la inhibición de la transferencia de acciones a la compañía venezolana.

Pese a esto, Maralac S.A asumió el gerenciamiento y la operación industrial y comercial. Desde Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra) calificaron este traspaso como de "dudosa legalidad" y señalaron este momento como punto cero del derrumbamiento de la empresa. "De allí en más la empresa comenzó a tener problemas con sus elaboraciones, perdida de materia prima, caída abrupta en la calidad de productos, ausencia de transparencia en la administración etc", detallaron desde Atilra a El Destape.

Además, la firma comenzó "a eludir la obligaciones de pago de aportes y contribuciones a la seguridad social, a la obra social, al gremio y a la mutual". "La mayoría de estos incumplimientos implicaban la retención de dineros a los trabajadores de sus salarios y el no depósito a las cuentas de destino", advirtieron. Esta situación derivó en que se presente en 2024 en concurso preventivo ante el Juzgado Nacional 29.

Los problemas se agravaron en el mileísmo

A partir de mayo de 2024, la compañía comenzó a tener "severas faltas" de cumplimientos salariales, lo que motivó acciones de retención de tareas por falta de pago de haberes y actuaciones ante la Secretaría de Trabajo de la Nación, según detalló Atilra. "Las propuestas de soluciones no contemplaban definiciones sobre los pagos de salarios ni de la situación jurídica de los trabajadores a quienes suspendieron de hecho sin comunicaciones formales ante incluso las constancias y reclamos que se formularon", explicaron.

Durante 2025, la Sindicatura realizó informes que daban cuenta de la ausencia de viabilidad de la empresa por falta de producción necesaria y de facturación para sostener los costos de la compañía. Ante esta situación el Juzgado convocó a un salvataje pero venció sin que nadie se presente, motivo por el que se dispuso la sentencia de quiebra.

"Este proceso esta en sus inicios y es de esperar que próximamente se dispongan los pasos procesales correspondientes. Los activos han quedado bajo custodia del Juzgado de la Quiebra y la Sindicatura", detallaron desde el gremio.

Otra empresa en problemas

Desde le gremio advirtieron por la situación de La Suipachense, también operada por Maralac S.A, la cual "se encuentra la borde de que sea decretada la quiebra" y siga los mismos pasos que ARSA. "Esta empresa se encuentra en este momento sin operar y plantean el despido del 50% de los trabajadores sin aportar ninguna vía seria y concreta de solución de fondo", alertaron.

Recientemente, los trabajadores se movilizaron hasta el Juzgado N° 7 de Mercedes, donde tramita el concurso de acreedores, y exigieron una resolución judicial a favor del personal. También denunciaron que la empresa, que llegó a operar con 250.000 litros de leche diarios, planea despedir a los 140 trabajadores para después ser vendida. El año pasado, la producción de la compañía rondaba los 40.000 litros en un contexto de fuerte caída de consumo y hoy ese ovlumen se redujo a cero.