El Gobierno confía en que Ariel Lijo asumirá en la Corte Suprema, tal cual lo hizo hoy el otro integrante nombrado por decreto en comisión, Manuel García Mansilla. Además, Javier Milei los sentará a ambos para la foto el 1º de marzo en el Congreso.
El máximo tribunal decidió tomarle juramento hoy a García Mansilla y no a Lijo. Allí estuvieron Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz, y Ricardo Lorenzetti, presidente, vicepresidente y ministro de la Corte Suprema respectivamente. Y confirmaron que recién el 6 de marzo se tratará la solicitud de licencia extraordinaria pedida por el juez federal Ariel Lijo. Una vez resuelta, puede asumir como cortesano.
"La Corte no tiene nada que hacer ni opinar. Una vez que los nombró el Presidente, ya está. No va a haber trabas", confió a El Destape una fuente de la rosca judicial en la Casa Rosada sobre el nombramiento de Lijo.
Tal cual adelantó este portal, finalmente Milei tendrá la foto que quería para este 1º de marzo en la apertura de sesiones ordinarias: su nueva Corte Suprema con los 5 integrantes sentados (pese a que Lijo aún no vaya a haber asumido ni jurado).
En el acto de hoy de juramento de García Mansilla, el Gobierno puso un pie fuerte: mandó al Secretario de Justicia, Sebastián Amerio, Nº2 de Mariano Cúneo Libarona y operador judicial del asesor Santiago Caputo.
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Amerio fue una pieza clave en el nombramiento de los jueces. Junto a Caputo formaron la dupla para encargarse de lo que fueron los movimientos hasta llegar a estos dos nombramientos por decreto de los dos jueces. La consigna siempre fue la misma: "Los dos o ninguno".
Así se dieron los términos de una negociación con la oposición, sobre todo con el peronismo, que finalmente fracasó. El PJ pedía sumar una mujer (María de los Ángeles Sacnun) y sacar a Mansilla pero la Casa Rosada se puso firme y lo mantuvo hasta la jura de hoy.
Lijo fue un capítulo aparte. Tenía votos, una parte del PJ estaba dispuesto a votarlo con consenso con varios gobernadores. Hubo dictamen pero se cayó la sesión y Milei pateó el tablero.
Ahora el Gobierno se encuentra con dos discusiones en paralelo: por un lado contra los macristas y lilitos por Lijo; y por el otro lado con los peronistas por la forma y la designación por decreto de ambos.
En el Gobierno reconocen que en la opinión pública está prendiendo el tema pero afirman: "Ya no nos pegan las balas, nos rozan y pasan". El Gobierno pasó del escándalo de la estafa cripto a los jueces de la Corte. Hace un mes que viene cascoteado.