El terrible furcio de Javier Milei: "Digamos, o sea"

El presidente Javier Milei protagonizó un insólito furcio durante su discurso en la Fundación Faro. 

16 de diciembre, 2025 | 12.33

En medio de su presentación en la Fundación Faro, el presidente Javier Milei protagonizó un furcio en su oratoria que rápidamente se viralizó en las redes sociales. Acostumbrado a leer sus discursos con un tono vehemente, esta vez la velocidad le jugó una mala pasada y terminó bautizando a una figura histórica con un nombre ininteligible.

El momento ocurrió cuando el libertario intentaba trazar una analogía sobre la decadencia de las potencias mundiales. "De persistir en este rumbo, Occidente se convertirá en el rey Oshimanil (SIC)", lanzó Milei, inventando involuntariamente un personaje que no existe en los libros de historia.

Al percatarse del error y del murmullo en la sala, el Presidente se detuvo, corrigió el nombre y ofreció una justificación vinculada a su salud visual para salir del paso. "Ozymandias, perdón. Necesito cambiar el aumento", se excusó, culpando a sus anteojos por la mala lectura.

Acto seguido, intentó retomar el hilo con sus habituales muletillas para ganar tiempo: "Digamos, o sea, digamos, esto es interesante, porque...". Finalmente, pudo completar la idea sobre el poema en cuestión: "Cuyas grandes obras pudieron maravillar al mundo, según relata el famoso poema, pero terminaron en el olvido, tragadas por la arena del desierto".

El humillante furcio de Javier Milei: "Digamos, o sea".

¿Quién es el Rey Ozymandias?

La referencia que intentó hacer Milei alude a uno de los sonetos más famosos del poeta romántico inglés Percy Bysshe Shelley, publicado en 1818. Ozymandias es el nombre griego para el faraón egipcio Ramsés II. El poema describe las ruinas de una estatua de este antiguo rey en medio del desierto, que lleva una inscripción arrogante: "¡Mirad mis obras, poderosos, y desesperad!". Sin embargo, alrededor de esa frase solo queda arena y vacío.