Atrás quedaron los nombramientos por decreto de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla con los que Javier Miei quiso remodelar la Corte Suprema a su gusto. Su negativa a abrir una indispensable negociación con la oposición lo hizo estrellar en el Senado, situación que podría haberse comenzado a revertir desde este miércoles cuando un plenario de comisiones de la Cámara alta habilitó la discusión de ocho proyectos de reforma de la Corte Suprema, básicamente con ampliación de integrantes y mayor equilibrio por género. Por ahora, el Ejecutivo no expresó su posición al respecto, pero su representante en el debate aceptó que era necesario escuchar opiniones de especialistas. Unión por la Patria, a través del jefe del bloque, José Mayans, renovó sus impugaciones a los tres actuales miembros del máximo tribunal a los que trató de "ineptos" y de no respetar la Constitución.
Fue un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia, presididas por la senadora del peronismo cordobés Alejandra Vigo y por el oficialista Juan Carlos Pagotto, respectivamente. "La idea es debatir todo el tiempo que haga falta para poder llegar a un consenso en este tema de vital importancia", abrió la sesión Vigo. A su lado, Pagotto, el único legislador de La Libertad Avanza que se expresó, habló de la necesidad de convocar a expertos y escuchar todas las voces. Se interpretó que Pagotto actúa con un guiño de la Casa Rosada en un tema en el que sintieron, tal vez como ningún otro, las limitaciones de su poco peso en el Congreso. El Gobierno ya avisó que no enviará nuevos pliegos al Parlamento y el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, se mostró a favor de discutir la ampliación de la Corte, aunque aclaró que lo hacía a título personal.
De los ocho proyectos de reforma presentados en los últimos tiempos, el que parece contar con el guiño oficial es el del senador salteño Juan Carlos Romero, un ex menemista que suele actuar como aliado del oficialismo. Su iniciativa plantea elevar el número de integrantes de la Corte a siete y un cupo de al menos dos mujeres. Advirtió que debía apuntarse a un debate político y no jurídico, una idea que luego recogió Mayans. La lógica es que la ampliación permitirá a la oposición -en especial el peronismo, que tiene la llave para conseguir los dos tercios necesarios para la aprobación de los integrantes- que negocie sus propios candidatos para formar parte del Tribunal. Fue lo que Unión por la Patria le reclamó durante un año al Ejecutivo, sin conseguir ningún resultado. Romero habló de la necesidad de regularizar la integración de la Corte cuanto antes porque en la actual situación -con tres miembros- en caso de diferencia es necesario recurrir a conjueces y eso podría generar un gran desorden en la jurisprudencia.
"El Poder Judicial tiene una crisis tremenda porque no tiene credibilidad en el pueblo argentino", sostuvo Mayans. Planteó que el problema principal era que la Corte estaba integrada por jueces ineptos y corruptos. "Pongámosle remedio al tema del Poder Judicial", exigió, en el que incluyó la irregular situación del Consejo de la Magistratura, que se rige por una ley derogada. El bloque de UP tiene dos proyectos presentados: uno por la senadora neuquina Silvia Sapag y otro por la salteña Nora del Valle Giménez, que hace especial hincapié en la cuestión del género y de la visión federal. Argentina, subraya la inciativa, es en este momento el único país de América sin mujeres en su máximo tribunal.
El radicalismo también tiene presentado una propuesta. El jefe del bloque de la UCR, Eduardo Vischi, otro de buen vínculo con el oficialismo, puso el primer pero en el tratamiento en comisión al advertir que "no se busque ampliar para ver si estamos todos adentro". En la sesión de ayer quedó abierto un debate sin fechas precisas. Vigo anunció que se cursarán invitaciones a los organismos que deseen participar, que además se invitará a especialistas y también al Ejecutivo para que presente su posición. "Es una parte interesada de que tengamos la mejor Corte Suprema de Justicia", argumentó.
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