El sospechoso era buscado desde el 29 de agosto pasado, cuando captó a una joven que volvía a su casa y abusó sexualmente de ella en un descampado en Mariano Acosta.
Tras más de 15 días de investigación, se logró determinar un posible imputado, cuando la víctima reconoció a su agresor en una rueda de reconocimiento.
El posible agresor, identificado como S.A.P, de 27 años de edad, era buscado por los delitos de rapto y abuso sexual, los testimonios sumados a las cámaras de seguridad, también fueron clave para individualizar al sospechoso.
Personal de la Comisaría 6ª de Merlo y de la DDI Morón lo habían arrestado el pasado 8 de septiembre en la zona de Libertad, pero se aguardó la rueda de reconocimiento que se hizo en las últimas horas para comunicar la novedad de la captura. Luego, la Justicia de Garantías convirtió la aprehensión en detención.
Luego de que fuera aprehendido, más allá de que, por los testimonios y la imagen de las cámaras, el sujeto ya había sido identificado y con el objetivo de juntar más elementos probatorios, la jueza Karina de Luca, titular interina del Juzgado de Garantías N°6 del Departamento Judicial Morón, solicitó que S.A.P. sea sometido a una rueda de reconocimiento, donde la víctima lo identificó como su abusador.
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Por su parte, el fiscal titular del Departamento Judicial de Morón, Javier Ghesi, lo imputó por el cargo de abuso sexual con acceso carnal.
Los hechos del caso
El salvaje ataque, ocurrido el 29 de agosto en la localidad de Mariano Acosta, tuvo como una de sus principales particularidades la detección del sospechoso gracias al uso de las cámaras de seguridad de la zona cercana al lugar donde ocurrió el delito.
En las filmaciones se puede percibir a un sujeto que camina tambaleante y posteriormente a la víctima caminando por el mismo sitio, volviendo de trabajar. El comienzo del crimen habría sucedido a tan solo seis cuadras de la casa de la chica, en el cruce de Belén y Amado Nervo, donde la joven fue interceptada por el agresor, que vestía una campera deportiva roja y jeans oscuros.
Según informó la víctima, el agresor la tomó de los pelos y la llevó a un descampado para abusar sexualmente de ella.
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Se extrajo también del testimonio de la victima que se cruzó con su agresor, quien primero comenzó a decirle obscenidades. En ese momento, la joven optó por llamar por teléfono a su madre. La mujer escuchó cómo su hija gritaba y cómo le tapaban la boca.
Posteriormente, la llevaría al descampado donde ocurrió el atroz delito, donde finalmente el sospechoso huyó.
Vecinos de la zona auxiliaron a la chica hasta que fue trasladada al hospital Luis Lagomarsino, de Mariano Acosta, donde recibió los cuidados de profilaxis propios en este tipo de casos, además de contención psicológica.
Al día siguiente, denunció el abuso.