En medio del fuerte paso de la motosierra del presidente Javier Milei por diferentes sectores públicos, confirmaron el despido de 16 trabajadores de VENG, la empresa aeroespacial vinculada a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en su sede en la provincia de Córdoba. Las desvinculaciones fueron denunciadas por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) como un “plan de vaciamiento” del sector científico y tecnológico.
Los despidos se produjeron el pasado viernes bajo la nueva conducción de la empresa, encabezada por el presidente Roberto Yasielsky, el gerente general Laureano Quiroga y el gerente de RR.HH. Alberto Haure, todo ellos designados por el Gobierno nacional. Según ATE, entre 20 y 30 empleados fueron desvinculados en distintas sedes de VENG, que tiene como accionista mayoritario al Estado a través de CONAE.
Emiliano Baum, delegado de ATE en CONAE, explicó que el sector ya venía sufriendo una fuga de personal calificado debido a los salarios insuficientes, lo que obligó a muchos profesionales a renunciar o emigrar al exterior. "Ahora, como ya no hay tantas renuncias, pasan directamente a los despidos", afirmó en diálogo con Perfil Córdoba.
Desde ATE señalaron que este accionar se enmarca en un "brutal desfinanciamiento" del área, que incluye el congelamiento salarial -que actúa como "despido encubierto"- y ahora los despidos directos. En un comunicado, el sindicato denunció que estas medidas forman parte de un plan más amplio impulsado por la administración de La Libertad Avanza (LLA) para relegar a la Argentina a un rol de exportadora de materias primas, en línea con el modelo económico que el ministro de Economía, Luis Caputo, suele comparar con el de Perú.
"Este modelo condena a nuestro país a la dependencia de los commodities y profundiza la desigualdad, como ocurre en sociedades como la peruana, donde una minoría vive bien y la mayoría en la pobreza", sostuvo el gremio. En ese marco, la entidad anunció que no permanecerá pasivo ante los despidos y exigió la reincorporación inmediata de los trabajadores despedidos, aumento del presupuesto para ciencia y tecnología, y reactivar proyectos estratégicos que garanticen soberanía científica.
La realidad de VENG se condice con la de otros sectores en la industria y en la Argentina en su totalidad, como la Fábrica Argentina de Aviones (FAdeA) o el astillero Tandanor. FAdeA es una empresa clave: además de contar con la capacidad de fabricar aviones, presta servicios de mantenimiento a empresas privadas relacionadas con aéreo comerciales como Latam, JetSmart y FlyBondi. Mientras que Tandanor es uno de los astilleros más importantes del país y juega un papel clave en la industria naval.
Etchebarne respaldó el recorte de Milei en el CONICET: " Pasamos de tener 7 mil personas hace 20 años atrás a 28 mil"
Una de las personas más cercanas al presidente Milei en cuanto a su forma de pensar, Agustín Etchebarne, salió a hablar y respaldar al Gobierno. El economista, Director de la Fundación Libertad y Progreso, habló de la actual situación del CONICET y de los estatales.
En dialogó con Mariano Martin y el equipo de Palo y Zanahoria en la tarde de El Destape 1070, Etchebarne aseguró: "Nosotros siempre invitamos al debate y en el caso del CONICET estamos viendo cuál es la evolución del organismo, comparamos qué es lo que está produciendo. Pasamos de tener 7 mil personas hace 20 años atrás a 28 mil”. En este punto aseguró: “La ley con la que se originó el Conicet es una ley fascista”.
En este sentido, afirmó que "en el mundo la mayor cantidad de patentes científicas y avances tecnológicos son privados, hay una participación del Estado, pero es 80-20. En la Argentina se generó un sistema elefantiásico que al principio funcionó bien y tiene un prestigio enorme, pero se exageró en la producción de papers”
Con respecto a esta situación, Etchebarne aseguró: “Hay distintos modos de trabajar en la ciencia, en algunos países se financia por proyecto. Singapur, por ejemplo, es un caso modelo que tiene mil veces patentes que la Argentina, y ahí está el problema. Lo que se hizo en los últimos 20 años y multiplicar el personal del Conicet, pero no aumentaron los patentes”.