La Justicia de Garantías le dictó prisión preventiva a Maximiliano Walter Velázquez, quien se encontraba detenido por la muerte de una mujer y su hija el 7 de octubre pasado tras un incendio en una vivienda de la ciudad de Bahía Blanca y que era familiar de las víctimas. Con los elementos probatorios reunidos hasta el momento, el fiscal de Homicidios, Jorge Viego, solicitó que el hecho sea calificado como homicidio agravado mediando violencia de género.
Luego de un pedido del fiscal, la jueza subrogante del Juzgado de Garantías 1, Claudia Olivera, dispuso la medida restrictiva de la libertad mientras avanza el proceso judicial. Velázquez es tío segundo de Mariana Bustos y primo de Myriam Velázquez, ambas fallecidas en su casa ubicada en la calle Santa Fe al 2.300 del barrio Thompson.
Según la causa, los hechos ocurrieron cuando Velázquez habría ingresado al domicilio en el que estaban las dos mujeres alrededor de las 18:40 para retirarse cerca de las 23:30 aproximadamente.
En ese contexto, se indicó que, durante esa franja horaria, habría provocado la muerte de ambas mujeres, una de las cuales se resistió lesionando con sus uñas al acusado. Tras el incidente, el hombre causó el inicio del fuego en el inmueble y provocó la tragedia.
Todas esas conductas fueron desplegadas en un contexto de violencia de género basado en una relación desigual de poder entre un hombre y una mujer. La jueza Olivera compartió el criterio del fiscal, por lo que realizó el encuadre legal correspondiente.
De acuerdo a lo informado por la agencia Noticias Argentinas, el aprehendido había sido demorado poco después del incendio en una zona del paraje conocido como Calderón, sobre un sector de la ex Ruta Nacional 3 y en la que los investigadores secuestraron una motocicleta, de similares características a las que vecinos del lugar habrían visto durante las horas previas al suceso.
Durante dicho allanamiento, los agentes policiales comprobaron que la moto tenía calcos de la marca sacadas de lugar y además secuestraron prendas de vestir con olor similar a combustible. Tras el incendio y el hallazgo de los dos cuerpos, los policías también encontraron en la casa una motocicleta que no contaba con la respectiva tapa de combustible como así también percibieron olor a gasolina en un juego de sillones de la vivienda.
Además, vecinos señalaron haber visto a un hombre a bordo de un vehículo motorizado por el sector de la vivienda incendiada, situación que fue captada posteriormente en el marco de la pesquisa por cámaras de seguridad que mostraron a un motociclista recorrer distintos sectores de Bahía Blanca hasta la zona de Calderón, donde fue detenido.
Línea 144: atención, contención y asesoramiento en situaciones de violencia de género. Por WhatsApp: +5491127716463.
Neuquén: condenaron a un hombre que provocó un incendio en el que murió su hijo
La Justicia de Neuquén condenó a Federico Costich, un hombre que en 2024 confesó haber incendiado la vivienda en la que se encontraba durmiendo su hijo, que falleció debido al siniestro. El hombre fue sentenciado a once años de prisión, una pena muy alejada de lo que había pedido la Fiscalía, por el delito de “estrago doloso, seguido de muerte”.
Además, el tribunal a cargo lo consideró responsable de “lesiones leves doblemente agravadas por el vínculo y por mediar violencia de género”, en concurso real, con “privación ilegítima de la libertad agravada” en perjuicio de su hija. De acuerdo con el relato de la Fiscalía, el acusado golpeó a su hija, la mantuvo encerrada y le provocó quemaduras en el rostro tras rociarla con insecticida y prenderla fuego.
A los pocos días prendió fuego la casa en la que vivían, en el barrio Cumelén: esto le costó la vida a Nazareno Jara, de 19 años. Los equipos de Bomberos y policías hallaron el cuerpo calcinado del joven en el sector del lavadero. La autopsia y las pericias determinaron que el fuego fue iniciado de forma intencional.
Según la investigación del Ministerio Público Fiscal (MPF), Costich, su hijo y una mujer que estaba en la casa habían consumido cocaína y pasta base durante tres días previos al incidente fatal. La mujer declaró ante la Fiscalía que entre los dos hombres hubo una discusión violenta, que no terminó en una agresión mayor, solo porque ella intervino a tiempo. La víctima se retiró a descansar mientras el acusado salió a comprar bebidas alcohólicas.
Cuando regresó, el hombre sufrió un brote psicótico: alucinó con la presencia de sicarios que querían matarlo y, bajo esa paranoia, prendió fuego trapos y los arrojó a distintos puntos de la casa. También colocó un buzo bañado en aceite sobre las hornallas encendidas.
Los intentos de la mujer para contenerlo resultaron en vano. Finalmente, los dos escaparon de la vivienda cuando el fuego comenzó a propagarse sin control. Costich se dirigió a la plaza que está frente a la casa y observó la escena desde allí, sin realizar intentos por rescatar a su hijo o pedir auxilio inmediato. Los bomberos lograron sofocar el fuego, pero hallaron a Nazareno sin vida.
En los días posteriores, el padre estuvo prófugo hasta que, acompañado por dos abogados, se entregó en la comisaría local y confesó haber sido autor del incendio.
