Cáncer de pulmón: alertan por el aumento de casos y el estudio clave que puede prevenir y no se conoce

En la Argentina, el cáncer de pulmón ocupa el segundo lugar entre las enfermedades con mayor incidencia y el primero en mortalidad oncológica. 

17 de noviembre, 2025 | 13.30

Este lunes se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Pulmón y, en ese marco, especialistas advierten sobre la preocupación por la enfermedad que continúa siendo una de las principales causas de muerte en el mundo y en la Argentina. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cáncer de pulmón provoca entre 1,8 y 2,2 millones de muertes por año, lo que equivale al 20% de todos los fallecimientos por cáncer a nivel global.  En Argentina, la situación es igualmente alarmante: ocupa el segundo lugar en incidencia y el primero en mortalidad oncológica. 

De acuerdo con las proyecciones de la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC), los casos en el país podrían aumentar casi un 80% hacia 2050. Esta cifra refuerza la necesidad de fortalecer las políticas de prevención, garantizar el acceso equitativo al tratamiento y promover la detección temprana. Cada año se registran cerca de 12.000 nuevos diagnósticos y alrededor de 10.000 muertes, lo que representa el 15% de todos los fallecimientos por cáncer. 

Los principales factores de riesgo del cáncer de pulmón, además del tabaquismo  

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El cáncer de pulmón no tiene una única causa, aunque el tabaquismo continúa siendo el principal factor de riesgo. Se estima que el 80% de los casos está asociado al consumo de tabaco o a la exposición al humo pasivo. El cigarrillo contiene decenas de sustancias cancerígenas capaces de dañar las células pulmonares y provocar su transformación en células malignas.  

Sin embargo, la enfermedad también puede desarrollarse en personas que nunca fumaron. En esos casos, se vincula con la exposición al radón, un gas natural que puede acumularse en viviendas con poca ventilación; el asbesto, material antes utilizado en techos y cañerías cuyo riesgo persiste en construcciones antiguas, también presente en vagones del subterráneo porteño; los gases diésel y la contaminación urbana, que liberan partículas microscópicas dañinas. A esto se suman los factores genéticos, que pueden aumentar la predisposición incluso en ausencia de otros riesgos.  

“Aunque el tabaquismo sigue siendo el principal responsable, el cáncer de pulmón también afecta a personas no fumadoras. Por eso es importante no estigmatizar y promover la consulta médica ante síntomas persistentes como tos crónica o dificultad para respirar”, señaló Gabriela Bugarín (M.N. 71.988), directora médica de Oncología de MSD Argentina.  

Signos y síntomas: las señales de alerta del cáncer de pulmón

En sus etapas iniciales, el cáncer de pulmón suele no presentar síntomas, lo que explica que muchos casos se diagnostiquen en fases avanzadas. Sin embargo, existen señales que pueden servir como alerta temprana y motivar la consulta médica.  

Entre los síntomas más frecuentes se encuentran:  
- Tos persistente o que empeora con el tiempo.  
- Presencia de sangre en la flema.  
- Dolor torácico que aumenta al respirar profundo o toser.  
- Ronquera y dificultad para respirar.  
- Pérdida de peso o apetito sin causa aparente.  
- Cansancio extremo.  
- Episodios repetidos de bronquitis o neumonía.  

“Sabemos que el cáncer de pulmón muchas veces no produce síntomas hasta estadios tardíos. Por eso, recurrir a herramientas de diagnóstico como el tamizaje es clave para detectarlo a tiempo, especialmente en personas con factores de riesgo o antecedentes de exposición al tabaco”, agregó Bugarín.  

El estudio clave para detectar la enfermedad: el tamizaje

El tamizaje del cáncer de pulmón es una estrategia en expansión en el mundo y una herramienta fundamental para reducir la mortalidad. Su objetivo es diagnosticar la enfermedad en estadios tempranos, cuando el tratamiento puede ser más efectivo e incluso curativo. La herramienta más utilizada es la tomografía computada de baja dosis (TCBD), un estudio rápido, sin dolor y de alta precisión que permite detectar lesiones pulmonares muy pequeñas, incluso antes de que aparezcan síntomas.  

En Argentina, el Consenso Nacional sobre Tamizaje de Cáncer de Pulmón recomienda realizar este estudio una vez por año en personas de 55 a 74 años con alto riesgo: fumadores o exfumadores con un consumo acumulado de al menos 30 paquetes al año, que hayan dejado de fumar en los últimos 15 años y no presenten enfermedades graves.  

El tamizaje debe ir acompañado de programas para dejar de fumar y de una evaluación del riesgo cardiovascular porque ambas medidas potencian su impacto positivo y contribuyen a un abordaje integral de la salud pulmonar. No se trata solo de detectar la enfermedad de antemano, sino también de reducir los factores que la causan y mejorar la salud general de los pacientes”, afirmó Bugarín.  

Diversos estudios demostraron que este tipo de control puede reducir la mortalidad por cáncer de pulmón hasta en un 20% y que el diagnóstico precoz no solo mejora la calidad de vida de las personas, sino que también reduce los costos del sistema sanitario, dado que tratar la enfermedad en etapas avanzadas puede ser hasta diez veces más costoso.

Además de su impacto en la salud, el cáncer de pulmón tiene consecuencias económicas significativas para los pacientes y sus familias. Un estudio del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) realizado en hospitales públicos de Buenos Aires y La Plata reveló que casi la mitad (48%) de los pacientes diagnosticados vio reducidos sus ingresos a causa de la enfermedad, un 16% perdió su empleo y más de dos tercios (68%) sufrió “toxicidad financiera”, es decir, gastos de bolsillo que superaron su capacidad económica.