Con la llegada de noviembre de 2025 se viene una nueva actualización en los alquileres vigentes, pero no todos los contratos tendrán el mismo impacto. Actualmente, conviven tres tipos de contratos en el mercado: los firmados bajo la antigua ley de alquileres con actualización por Índice de Costos Laborales (ICL), los que se pactaron con la ley derogada y los que se cerraron tras la derogación, bajo libertad contractual.
Este mes, solo los contratos firmados bajo las dos últimas modalidades serán los que verán incrementos en sus valores mensuales. En cambio, los acuerdos que se rigen por la antigua ley, con duración de tres años y ajustes anuales por ICL, dejarán de recibir aumentos desde octubre de 2023. Estos contratos, que vencen en octubre de 2025, finalizarán definitivamente en 2026 tras la última actualización realizada en octubre pasado.
Desde el 29 de diciembre de 2023, la derogación de la ley de alquileres abrió paso a la libertad contractual, lo que significa que propietarios e inquilinos pueden acordar la duración, los ajustes y el índice a utilizar de forma libre. La mayoría de los contratos actuales contemplan aumentos trimestrales o cuatrimestrales basados en la inflación, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Para quienes firmaron contratos con actualización trimestral por IPC, el aumento de noviembre se calculará con el índice publicado en septiembre de 2025, que alcanza un 5,97 por ciento. Por ejemplo, un alquiler de $600.000 pasará a ser aproximadamente $635.834,77, mientras que uno de $800.000 ascenderá a $847.779,7.
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Cuánto aumentan los contratos bajo IPC
Los contratos firmados bajo el índice Casa Propia representan una porción menor. Esta modalidad estuvo vigente solo entre el 18 de octubre y el 29 de diciembre de 2023. Para estos contratos, noviembre marcará el cuarto aumento, con una actualización del 24,39 por ciento. Así, un alquiler que comenzó en $200.000 en 2023 subiría a $948.579 con este ajuste.
Además, algunos acuerdos todavía utilizan el ICL para ajustes trimestrales, aunque sin la obligatoriedad anual que imponía la ley anterior. En estos casos, el aumento previsto para noviembre es del 6,35 por ciento, un poco más alto que el que se calcula por IPC para el mismo periodo.
En noviembre también vencerán los contratos pactados en noviembre de 2022 bajo la ley de alquileres, que tenían una duración de tres años y ajustes anuales por ICL. Ahora, el mercado se mueve con contratos negociados libremente, generalmente por dos años y con ajustes cada tres o cuatro meses, en pesos y ligados a la inflación.
Un dato importante para quienes busquen alquilar es que los precios publicados actualmente suelen ser más bajos que los valores reales de los contratos vigentes. Esto se debe a una brecha generada entre el ajuste por ICL y los precios de los nuevos contratos.
