Tener una pileta en casa se volvió un factor decisivo para quienes buscan comprar o alquilar propiedades en el Gran Buenos Aires. En barrios cerrados del norte, oeste y sur del conurbano, este espacio de recreación se destaca como uno de los principales atractivos para aumentar el valor de las viviendas.
La piscina pasó de ser un simple lugar para refrescarse a convertirse en una extensión del jardín que combina naturaleza, confort y un espacio para el bienestar familiar. Además de mejorar la calidad de vida, invertir en una pileta puede ser una jugada financiera inteligente. Muchos propietarios aseguran que estas mejoras no solo elevan el valor del inmueble, sino que también permiten obtener ingresos extra mediante alquileres temporarios o a largo plazo.
Cuánto cuesta construir una pileta
El precio de una pileta estándar de 8x4 metros ronda los 15.000 dólares, aunque este monto puede variar según el tamaño y los accesorios que se elijan. La obra se completa en unos 15 días y suele incluir revestimiento, bomba de filtrado, iluminación y todos los elementos necesarios para que pueda usarse desde el primer día.
En cuanto a cuánto puede realzar el precio de una propiedad, sumar una pileta puede aumentar el valor hasta un 7 por ciento y elevar la renta hasta un 45 por ciento. Además, la inversión en una piscina puede generar un margen de ganancia de hasta el 100 por ciento, tomando como referencia una casa promedio de 330.000 dólares sin pileta, que sube a 360.000 dólares con ella, descontando un costo de construcción de 15.000 dólares.
Para propiedades más grandes, como una casa de 300 m² en una zona premium, construir una pileta de 10x5 metros puede llegar a costar alrededor de 1.000 dólares por metro cuadrado. Esto incluye acabados de alta gama como piedra Bali, iluminación especial y playa húmeda, aunque el precio final depende de los materiales y terminaciones.
En cuanto al mercado de alquiler, rentar una casa de tres dormitorios con pileta en barrios cerrados puede costar unos 4.000 dólares durante enero. En cambio, las propiedades sin pileta no suelen alquilarse en esas zonas, lo que muestra el valor diferencial que aporta la piscina.
En la venta, el precio de construcción de la pileta suele considerarse dentro de la negociación. El comprador compara con casas similares que sí tienen piscina y ajusta la oferta en consecuencia, aunque la ausencia de pileta no impide la venta.