Mientras crece la preocupación y la angustia en la zona de Ballesteros Sud, a casi 200 kilómetros de Córdoba, más de 200 personas entre policías, bomberos y baqueanos siguen buscando rastros de Lian Gael Flores Soraide, el chiquito de 3 años que está desaparecido desde el sábado. Tras más de dos días de búsqueda, los especialistas disminuyen las posibilidades de que se trate de un nene perdido y empiezan a sumar más datos a las hipótesis que tienen que ver con que el pequeño fue sacado del lugar. Allí toma fuerza el testimonio del vecino que aseguró que vio “una camioneta blanca con vidrios totalmente polarizados que frenó en el lugar y poco después aceleró y se fue”. Ese vecino llamado Raúl ya declaró ante los fiscales y su relato es analizado profundamente para ver qué probabilidades hay que ocurrieran esos movimientos.
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Si bien los rastrillajes dieron negativo, fuentes cercanas a la causa confirmaron a El Destape que analizan un pantalón encontrado en el lugar. Según el testimonio de los papás del nene, al momento de la desaparición estaba vestido solo con un pantaloncito, sin remera ni zapatillas. De esta manera, los especialistas entienden que no pudo haber caminado grandes distancias por las dificultades del terreno ni creen que pueda haberse metido en los pastizales ya que por la altura de los mismos se hubiera lastimado y habrían encontrado rastros. Entonces empieza a jugar un papel preponderante el trabajo de los perros rastreadores. Los equipos especializados trabajan en el lugar y entienden que los movimientos son erráticos. “Si los perros se detienen en un lugar específico y no pueden seguir más rastros puede ser porque haya sido subido a algún tipo de vehículo”, destacó un investigador. Por lo pronto, la necesidad de los fiscales pasa por que la familia de Lian reconozca ese pantalón y pueda saber si lo tenía puesto el día de la desaparición.
Mientras tanto, fuentes judiciales aseguraron que analizan extender la zona de búsqueda con drones alrededor de la casa donde vivía Lian. Se trata de equipos que operan en condiciones de baja visibilidad y que detectan rastros de calor. Estos mismos drones se usaron durante la noche del domingo y los resultados dieron negativo pero ahora podrían rastrear otras zonas e incluso analizar varios caminos rurales cercanos. De esta forma, estarían avalando la hipótesis de que el menor haya sido llevado en un vehículo y descartado antes de llegar a la ruta y poder encontrar allí algún control policial, lo que podría tratarse de un rapto con fines de un ataque sexual o de un accidente y que al menor lo cargaron para desaparecer rastros, aunque para avalar esta hipótesis no han encontrado ningún tipo de rastros.
“Rastrillamos tanto dentro como fuera del predio y no hemos tenido resultados positivos”, destacó el Fiscal General de Córdoba Juan Manuel Delgado, dejando entrever que están agotando la búsqueda en los alrededores y que necesitan considerar otros puntos de vista alrededor de la investigación. Por eso en las últimas horas se sumaron varias brigadas del Ejército y una veintena de gendarmes para trabajar en el terreno al que desde el principio de la investigación definieron como “difícil”. Es por ello que las fuerzas federales sumaron equipos de comunicación y un vehículo todo terreno para poder avanzar sobre caminos vecinales, para lo cual necesitan que los vecinos de la zona les indiquen esos lugares.
Ahora, el equipo de fiscales busca que se periten cuanto antes las camionetas y los teléfonos celulares secuestrados en las últimas horas. Pese a esos secuestros, los investigadores destacaron que no hay detenidos y que, además, se tomaron rastros alrededor de un tractor donde Lian jugaba junto a sus hermanitos cuando fue visto por última vez. Desde la Justicia ordenaron el secreto de sumario y buscan que los datos de la causa y la búsqueda se mantengan bajo estricta reserva para poder saber qué pasó con Lian.
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