Las últimas pericias en la causa por el crimen de Nora Dalmasso aportaron un dato clave: un perfil genético hallado en el cuerpo de la víctima coincide con el de Roberto Bárzola. Aunque la causa está prescripta, la Justicia busca establecer una “verdad histórica” a través del análisis de pruebas como el ADN, que permite reconstruir lo sucedido.
El crimen de Nora Dalmasso y los rastros que marcaron la investigación
El asesinato de Nora Dalmasso ocurrió el 25 de noviembre de 2006, en su casa del country Villa Golf, en Río Cuarto, Córdoba. Fue estrangulada con el cinturón de su propia bata y en su cuerpo se hallaron signos de abuso sexual. Desde entonces, el caso se convirtió en uno de los más resonantes del país, con hipótesis múltiples, acusaciones fallidas y una trama que mantuvo en vilo a la sociedad durante casi dos décadas.
Durante años, los investigadores no lograron determinar con precisión quién había estado presente en la escena del crimen. Sin embargo, la reciente comparación de perfiles genéticos permitió una identificación que marca un antes y un después en la causa: los rastros coinciden con un hombre que, hasta ahora, había permanecido en los márgenes del expediente.
El ADN que vincula a Roberto Bárzola con la escena del crimen
La clave surgió de un nuevo análisis de ADN realizado sobre materiales recolectados en el lugar del hecho. En concreto, se identificó una coincidencia entre un vello púbico hallado en la zona inguinal de la víctima y restos genéticos encontrados en el cinturón con el que fue asfixiada. Ambos perfiles coinciden con el de Roberto Bárzola, un parquetista que había trabajado en la casa de Nora Dalmasso poco antes del crimen.
La coincidencia no es un indicio, sino una prueba científica concreta, que refuerza la hipótesis de una violación seguida de homicidio. Esta revelación posiciona a Bárzola directamente en la escena, algo que hasta ahora no se había logrado establecer con evidencia tan contundente. El perfil genético fue incorporado recientemente al expediente, a pesar de que en 2007 los abogados de la familia habían solicitado su análisis sin éxito.
El estado actual de la causa y las posibilidades legales
Aunque la causa por el crimen de Nora Dalmasso se encuentra prescripta, la Justicia mantiene abierta una línea de investigación con el objetivo de alcanzar una reconstrucción definitiva de los hechos. Bajo esta perspectiva, el hallazgo del ADN no tiene por ahora consecuencias penales directas, pero sí permite avanzar hacia lo que se conoce como una "verdad histórica".
Bárzola, quien actualmente tiene 44 años, ya declaró en seis oportunidades a lo largo de la causa y durante el juicio contra Marcelo Macarrón, el viudo de Dalmasso. Sin embargo, nunca fue detenido ni imputado formalmente. La única posibilidad de reactivar judicialmente su situación sería que se presentaran antecedentes penales graves o la comisión de nuevos delitos que permitan reabrir el expediente en su contra.
El caso sigue generando conmoción y mantiene vigente el reclamo de justicia por parte de los familiares, mientras el sistema judicial evalúa si hay una vía legal que permita avanzar, al menos, con una imputación o un nuevo juicio. Por el momento, el hallazgo genético representa un giro significativo y mantiene el caso activo en la agenda pública.