El Conicet descubrió un nuevo linaje argentino que habita el país hace ocho mil años

Los resultados publicados en una prestigiosa revista de ciencia develaron que el linaje llega hasta la actualidad. ¿Dónde se encuentra?

05 de noviembre, 2025 | 20.18

Un estudio liderado por científicos del Conicet descubrió la existencia de un linaje genético propio del centro de la Argentina. Se trata de un hecho inédito que permite saber más sobre los antepasados locales.

Para llegar al dato se analizó el ADN de individuos de contextos arqueológicos del centro y norte del país, a partir de los cuales se identificó la existencia de un linaje genético con una antigüedad de 8500 años, que persiste hasta hoy en el sur de Sudamérica.

Estos resultados, publicados recientemente en la prestigiosa revista Nature, constituyen un gran aporte al campo de la paleogenómica y a la historia evolutiva de las poblaciones humanas. "Los datos genómicos de habitantes actuales del centro de Argentina confirman una continuidad genética de esta ascendencia durante más de ocho milenios", informó el Conicet.

¿Cómo descubrieron al gen argentino?

La investigación bioantropológica liderada por Rodrigo Nores, investigador del Conicet en el Instituto de Antropología de Córdoba (Idacor, Conicet- UNC), con la participación de numerosos colegas de todo el país y en colaboración con la Universidad de Harvard (Estados Unidos), comenzó en 2017.

Fue en el marco de una iniciativa de la National Geographic Society “Ancient DNA: The Americas Project”, a partir de una muestra conformada por 29 dientes recuperados en sitios arqueológicos de la provincia de Córdoba. Desde entonces y hasta el 2024, el estudio se amplió a partir del trabajo colaborativo con distintos equipos de invesigadores del Conicet y de universidades nacionales.

En conjunto, participaron más de 30 arqueólogos de más de 20 centros de investigación nacionales, quienes aportaron las muestras necesarias para la investigación, provenientes de décadas de labor científica. De esta manera, se recolectaron en total 344 muestras de 310 individuos provenientes de 133 sitios arqueológicos ubicados en el noroeste, noreste, este y centro del país.

Posteriormente, los datos genéticos fueron analizados conjuntamente entre Josefina Motti, investigadora del Conicet en el Laboratorio de Ecología Evolutiva Humana (FACSO, UNCPBA), Nicolás Pastor, profesional de apoyo del Idacor, Rodrigo Nores y los investigadores de la Universidad de Harvard, Javier Maravall-López y David Reich. Los especialistas aplicaron métodos estadísticos para analizar cientos de miles de marcadores genómicos obtenidos de cada muestra, que permitieron reconstruir la historia poblacional de la región.

"Es necesario procesar ese gran caudal de datos en términos estadísticos y luego leerlos a partir de la evidencia bioantropológica y arqueológica para obtener información de interés sobre la historia de las poblaciones humanas. Por ejemplo, si encontramos que dos grupos de individuos de diferentes regiones comparten más variantes genéticas de lo esperado por azar, es probable que compartan los mismos ancestros en algún momento del pasado”, explicó Nores.

A partir del estudio querían "reconstruir una historia que no está escrita, que es la historia previa a la conquista hispana. En una instancia previa de la investigación, ya habíamos visto que a nivel del ADN mitocondrial había características distintivas en la región centro, pero no habíamos podido analizar el genoma completo. El hallazgo de un linaje genético sudamericano previamente desconocido demuestra que nuestra comprensión del poblamiento de América sigue siendo limitada en comparación con otras regiones”.

¿Cómo es el nuevo linaje ancestral argentino?

La identificación de un nuevo linaje ancestral es de gran importancia para la bioantropología y la paleogenómica, ya que la existencia de un nuevo linaje identifica una ancestría propia del centro de Argentina.

Entre los aspectos analizados, los científicos encontraron una diferenciación genética entre las poblaciones del Cono Sur y otras regiones sudamericanas, que comenzó al menos hace 10.000 años. Esta diferenciación inicial ya se observa en un individuo proveniente de la región pampeana de la provincia de Buenos Aires, comparado con individuos de la región andina de Perú y del centro este de Brasil de la misma antigüedad.

Posteriormente, un individuo con 8500 años de antigüedad que habitó lo que hoy es la provincia de Córdoba, reveló un linaje genético previamente desconocido, del cual descienden los individuos muestreados en esa región, que datan de entre 4600 y 150 años atrás.

A partir de este hallazgo, los investigadores pudieron inferir que la ascendencia identificada en el centro de Argentina participó en tres eventos migratorios interregionales:

  • uno hacia el noroeste argentino, mezclándose con el componente andino,
  • otro hacia la región pampeana (donde parece haberse convertido en la ascendencia principal desde hace 800 años)
  • y el último hacia el Gran Chaco, donde se mezcló con el componente Amazónico.

Entonces, el equipo demostró que este componente genético central ha persistido por más de ocho milenios y todavía se encuentra presente en la población actual de la región, junto con las ascendencias del oeste de Eurasia y de África subsahariana que llegaron luego de la conquista.

Por otro lado, los resultados también surgieron que Sudamérica tiene una particular historia poblacional que se caracteriza por la permanencia prolongada de grupos humanos en los mismos territorio durante milenios; mientras que, en otras partes del mundo, los desplazamientos poblacionales seguidos de mestizaje con las poblaciones preexistentes parecen haber sido más comunes.