Lego de años de dolor y angustia, los familiares de los cinco bebés asesinados y los otros ocho atacados en el Hospital Neonatal de Córdoba finalmente podrían recibir un gesto de la Justicia en caso de que se dicte la condena de la enfermera Brenda Agüero y del resto de los 10 imputados, entre los que se encuentran acusados médicos, directivos y exfuncionarios públicos, incluido el exministro de Salud provincial Diego Cardozo.
Tras seis largos meses de debate oral y público, este miércoles 18 de junio, los jueces de la Cámara en lo Criminal y Correccional de 7° Nominación determinarán las responsabilidades de lo ocurrido entre el 18 de marzo y el 6 de junio del 2022. Agüero es la principal acusada por los ataques: la mujer se encuentra detenida bajo prisión preventiva desde el 19 de agosto de 2022 y fue imputada por el delito de “homicidio calificado por procedimiento insidioso reiterado". Dos meses después, la Justicia confirmó que la detenida había buscado en Google cómo dosificar potasio e insulina en chicos recién nacidos.
La investigación judicial comenzó gracias a una charla: Francisco Luperi es esposo de Virginia Zamora, una médica del Neonatal. Cuando ella volvía a su casa le contaba cómo había sido su día de trabajo, como cualquier pareja. No obstante, lo que al principio parecían tristes gajes del oficio, con el tiempo se convirtió en una sólida sospecha de que el centro de salud se había convertido en un sitio donde ocurrieron múltiples homicidios.
De esta manera, el ingeniero cordobés formuló una denuncia que luego recayó en la Fiscalía del Distrito N° 3 Turno 7, a cargo de Raúl Garzón. Ningún funcionario público o autoridad del Neonatal lo había hecho hasta ese momento. Recién un mes después de los últimos crueles asesinatos, se empezó a investigar el caso que hoy se debate en el juicio. Las sospechas del ingeniero fueron respaldadas por las autopsias que le practicaron a las últimas dos víctimas fatales. Estos bebés tenían cuadros de hiperpotasemia, “niveles de potasio extraordinariamente altos”, según consta en el expediente.
Algunas audiencias atrás, el fiscal Sergio Ruiz Moreno repasó una serie de pruebas que, a su entender, demuestran que las descompensaciones repentinas de los bebés sanos sólo pueden explicarse con una mano asesina. Asimismo, reafirmó que las inyecciones de potasio e insulina que se detectaron fueron intencionales, y que la enfermera “es la única persona que estuvo durante las fechas en las que ocurrieron los 13 atentados”.
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La audiencia final del juicio iniciará con las “últimas palabras” de Claudia Ringelheim, ex vicedirectora del hospital, la única imputada que resta pronunciarse. Los fiscales Ruiz Moreno y Mercedes Balestrini pidieron que se la condene a un año de prisión de ejecución condicional por ser coautora del delito de incumplimiento de deberes de funcionario público en concurso ideal con encubrimiento doblemente agravado. Es una de las autoridades “menos complicadas” que tiene el caso, según calificaron fuentes judiciales ante este medio.
Luego seguirá la deliberación. Los ocho ciudadanos que integran el jurado popular presenciaron todas las audiencias en calidad de observadores, sin preguntar ni intervenir en ningún momento. Deben formar su convicción exclusivamente a partir de las pruebas que se presentaron a lo largo del debate. De esta manera, votarán por “culpable o inocente” junto a los jueces vocales de la Cámara 7ª, José Daniel Cesano y Laura Huberman. En caso de igualdad en los votos, desempatará la presidenta del tribunal, Patricia Soria, quien además fundamentará la conclusión del jurado popular si este llega a una decisión diferente a la de alguno de los magistrados.
La Fiscalía solicitó que Agüero fuera condenada a prisión perpetua, mientras que el resto de los imputados podrían afrontar penas de entre uno y cuatro años por encubrimiento y distintas irregularidades administrativas. En caso de ser condenados, también enfrentarían inhabilitaciones para ejercer sus cargos.
El dolor de las madres y padres que perdieron a sus hijos: "Pensé en no querer vivir"
Yoselín Rojas es la mamá de Angeline Rojas, una beba que nació sana, se descompensó y falleció el 6 de junio. “Mi bebé fue envenenada con potasio”, dijo la mujer entre lágrimas durante una de las audiencias realizadas en enero.
En la audiencia de este lunes, Yoselín rogó por justicia: "Si la memoria de nuestros hijos queda en el olvido o si se hace justicia, eso marcará la diferencia. Sólo pido que lo que decidan sirva para que el sistema de salud cambie. Para que cualquier madre humilde pueda atenderse tranquila en un hospital público sin salir con los brazos vacíos”.
“Vinimos con el peso de la verdad. Lo que vivimos no es un juego: es el dolor más grande que nos dejaron marcado. No quiero que mi hija sea olvidada. No vengo a señalar culpables: vengo a buscar verdad y justicia”, siguió. Mientras que su pareja, Jaime Cornelio Pérez, agregó: “Pedimos que se haga justicia y que esto no quede impune”.
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Otro de los terribles casos fue el de Benjamín Luna, quien falleció el 23 de abril de 2022. Damaris Bustamante, madre del menor, dio un desgarrador relato en el que denunció violencia obstétrica y malos tratos por parte del personal médico. “A Benja lo mataron”, apuntó. “Escuchar a Brenda (Agüero) decir que si algo le pasaba a mi hijo iba a ser mi culpa… Me cuesta hasta ir al dentista, por el terror que me quedó sembrado”, lamentó. Y dijo entre lágrimas: “Cuando volví a casa sin mi hijo, sentí que no servía para ser madre. Se me reían en el hospital cuando pedía ayuda. Me dijeron que no sabían que mi hijo se había muerto. Nos trataron como enemigos”.
Damaris contó que tiene una pesadilla recurrente: “Sueño que mi hijo corre y no lo puedo alcanzar”, y contó que se fue del hospital con moretones y que al día siguiente quiso regresar y se le rieron en la cara. Su caso sentó precedente para que se investigara la violencia obstétrica en el hospital.
Mientras que Julieta Guardia y Enrique Benítez, padres de Ibrahim, expresaron su dolor en la última audiencia: “Nos arrebataron una parte de nosotros. Nuestro hijo no murió por algo natural, sino que fue asesinado. Es muy difícil estar aquí y decir esto”, expresó Julieta. “Estuve noches sin dormir, tomando pastillas. Pensé en no querer vivir. Nadie puede entender lo que sentimos. Fue muy difícil enterrarlos, desenterrarlos y volver a enterrarlos”, aseguró la mamá.
Al jurado, les dijo: “Ahora les toca a ustedes decidir por ellos. Hagan justicia”. Mientras que Enrique cuestionó al abogado de la enfermera: “Decir que las madres fingen su dolor es una falta de respeto. Esta señorita tiene que estar presa. Matar a bebés es inhumano”.
El insólito reproche de la enfermera a las madres de los bebés asesinados
Luego de las audiencias realizadas la semana semana, la enfermera Agüero volvió a tomar la palabra para realizar una polémica defensa: “Sé que no hice nada de lo que se me está acusando, eso me da muchísima tranquilidad. Yo sé que no hice nada”, aseguró.
En su intervención, la imputada denunció haber sufrido un trato desigual respecto a los otros imputados en la causa. “Hubo muchísima desigualdad con el resto de los imputados, ellos no llevan el tiempo que llevo yo detenida, no tienen la carátula que tengo yo”, advirtió. Luego, afirmó que, a pesar de las acusaciones, no es "una asesina serial como lo han hecho ver antes de que empezara este juicio”.
De acuerdo con la información recopilada por El Doce.tv, uno de los momentos más tensos ocurrió cuando Agüero cuestionó la forma en que las madres de los bebés presentaron sus declaraciones. “Me dolió un montón ver a las mamás sentadas con un papelito. Vos decís ‘se te murió un hijo’, no sé por qué la necesidad de guionarlas”, criticó.
“Perdón, pero me resultó muy chocante eso. Es algo que no me pasó nunca y espero nunca tener que vivirla, pero todo el guion... no, no”, continuó al remarcar que “con todos los alegatos y testigos, ha quedado claro que no fueron asesinatos ni intentos de homicidio”.