Mantener una buena alimentación es fundamental para la salud general del cuerpo, y el cerebro no está excluido de esta fórmula. Cada elección que hacemos a la hora de comer influye en nuestra energía, en el estado de ánimo y en la capacidad de concentración. En este sentido, ciertos alimentos, especialmente las nueces y las semillas, son verdaderos aliados de la salud cerebral.
Aunque no exista un “alimento perfecto”, las nueces y semillas se acercan bastante. Estas pequeñas fuentes de energía contienen ácidos grasos omega-3, antioxidantes, fibra y proteínas que ayudan no solo a cuidar el corazón y los músculos, sino también a mantener la mente activa y protegida frente al envejecimiento. Según especialistas en nutrición, su consumo regular mejora la conexión entre el intestino y el cerebro, favoreciendo un equilibrio que impacta positivamente en el bienestar emocional.
Las mejores 7 nueces y semillas para la salud del cerebro
- Semillas de chía y lino: son una excelente fuente vegetal de ácidos grasos omega-3 (en forma de ALA), esenciales para el funcionamiento del cerebro. Además, su contenido en fibra favorece la salud intestinal, lo que también repercute en el equilibrio mental. En el caso del lino, se recomienda consumirlo molido para una mejor absorción.
- Nueces: su forma ya parece un guiño al cerebro, y no es casualidad. Son las que más omega-3 aportan entre todos los frutos secos. Estudios recientes vinculan su consumo con una menor prevalencia de síntomas depresivos y un mejor estado de ánimo.
- Pistachos: investigadores de la Universidad de Loma Linda descubrieron que estimulan las ondas gamma del cerebro, clave para la memoria y la cognición. Además, son una buena fuente de proteínas y grasas saludables.
- Almendras: ricas en vitamina E, un antioxidante que protege las células cerebrales. Un bajo nivel de esta vitamina se asocia con un mayor riesgo de demencia, por lo que incluir un puñado diario puede ser una gran estrategia preventiva.
- Nueces de Brasil: aportan selenio, un mineral antioxidante que favorece la función cognitiva. Con solo una al día, se cubre la dosis diaria recomendada de este nutriente esencial.
- Piñones: contienen ácido pinolénico, una grasa poco común que ayuda a reducir la inflamación, uno de los principales enemigos del cerebro.
- Nueces pecanas: según un estudio publicado en Nutritional Neuroscience (2025), pueden mejorar la memoria, la atención y la velocidad de procesamiento mental.
Cómo comerlas para aprovechar todos sus beneficios
A menudo se recomienda consumir entre 25 y 30 gramos diarios (aproximadamente un puñado) para obtener sus beneficios sin excederse en calorías. Podés incorporarlas en el desayuno con yogur o avena, sumarlas a ensaladas, o consumirlas como colación entre comidas.
Respecto a su preparación, no hay una gran diferencia entre comerlas crudas o tostadas, sin aceite. Lo importante es que sean naturales y sin aditivos. Si preferís tostarlas, hacelo a baja temperatura (unos 150 °C) hasta que liberen aroma, cuidando que no se quemen para no reducir su potencial antioxidante.
