Con el paso del tiempo, la vida en pareja puede verse afectada, sobre todo en lo que refiere a lo sexual. Las responsabilidades, el estrés y el cansancio cotidiano suelen afectar no solo el estado de ánimo, sino también el deseo. A esto se suman los cambios naturales del cuerpo con la edad, que pueden disminuir el apetito y la energía general. Sin embargo, sexólogos aseguran que el yoga puede ser el aliado que tanto se está buscando.
Más allá de sus beneficios físicos conocidos, como la mejora de la movilidad y la reducción del estrés, el yoga también tiene un impacto directo en la vida íntima. "Es una práctica físicamente fuerte, con la que te puedes mantener a la perfección, porque son entre 60 y 120 minutos a tope", explicó el profesor de Rocket Yoga Borja Carbó. Pero además, diversas investigaciones y terapeutas señalan que ciertas posturas pueden aumentar el apetito y mejorar notablemente la vida sexual.
La terapeuta sexual Gracie Landes sostiene que: “Debido a que el yoga ayuda a las personas a desarrollar una sensación de calma, fuerza, agilidad, conocimiento de su propio cuerpo, permanecer en el momento presente y hacer pequeños ajustes, puede mejorar en gran medida el rendimiento sexual y la confianza”. En ese sentido, esta práctica no solo despierta la conexión con uno mismo, sino que también potencia la conexión con la pareja, lo que repercute positivamente en el deseo y la satisfacción.
Cómo hacer la postura “Gato Vaca” y sus beneficios en la vida sexual
Entre las posturas más recomendadas por los especialistas para estimular la energía sexual se encuentra “Gato Vaca”. Se trata de un movimiento dinámico y fluido que fortalece la cadera, la pelvis y el suelo pélvico, zonas clave para el placer y la vitalidad. Al aumentar el flujo sanguíneo en esa área, también favorece el apetito y la respuesta sexual.
Para realizarla, se debe comenzar en posición de cuadrupedia, con las manos y las rodillas apoyadas en el suelo. “En la postura del gato, presione con las manos y redondee la espalda, prestando atención a girar los huesos de la cintura hacia la parte posterior de los muslos”, explica Megan Kearney, instructora de Yoga Medicine. “Pase a vaca, inclinando la pelvis y dejando caer el vientre hacia el suelo. Repite 10 veces”.
Este ejercicio, además de liberar tensiones acumuladas, mejora la flexibilidad y fortalece los músculos que sostienen los genitales. Los estudios demuestran que practicar una hora de yoga al día puede prolongar la eyaculación, fortalecer las erecciones y aumentar la resistencia sexual.
