Los odontólogos advierten que hay 3 hábitos que la gran mayoría de las personas practica y que daña los dientes de manera irreversible. Los dientes no son fáciles de cuidar porque más allá de las técnicas de higiene dental, como cepillado, uso de hilo dental y buches con soluciones especiales, hay otros hábitos que las personas practican a diario sin siquiera darse cuenta que destrozan la salud de la boca.
Estos hábitos van desde cepillarse demasiado fuerte hasta otros pequeños hábitos que, aunque no lo creas, te están dañando. Por ejemplo, los expertos advierten que es muy nocivo para los dientes masticar superficies duras, como lapiceras o lápices, o usar a los dientes como herramientas para abrir cosas. A continuación, 3 otros hábitos que están dañando tus dientes y seguramente no sabías.
Los 3 hábitos que más dañan tus dientes, según expertos
1. Respirar por la boca
Muchas personas practican la respiración bucal y esto tiene graves consecuencias, no solo para la salud dental sino para la salud integral. Al no haber suficiente saliva para neutralizar ácidos, tu boca se vuelve más propensa a la erosión del esmalte, caries e inflamación de encías. “Además, respirar por la boca puede afectar el desarrollo facial en niños y causar problemas de ortodoncia”, dice la Dra. Sun, en diálogo con Real Simple.
“A diferencia de respirar por la nariz, que filtra, calienta y humedece el aire, al respirar por la boca se inhala aire sin filtrar, lo que deja entrar polvo, alérgenos y patógenos directamente al cuerpo", sostiene. La clave es identificar por qué lo hacés. Las causas comunes incluyen alergias, obstrucción nasal y trastornos del sueño. Restaurar la respiración nasal ayuda a reducir la respiración bucal, señala la doctora.
2. Comer entre comidas con frecuencia
Picar comidas con frecuencia sin cuidar la higiene bucal puede causar caries, inflamación de encías y desgaste del esmalte, y con el tiempo, problemas más graves como retracción de encías o exposición de raíces. “Cada snack, especialmente si tiene azúcar o carbohidratos, alimenta las bacterias en tu boca. Estas producen ácidos que atacan el esmalte”, explica la Dra. Khalife.
Si tenés encías que sangran, sensibilidad repentina o manchas blancas cerca de la encía, estas son señales de advertencia. Para cuidar tus dientes, se recomienda limitar los snacks a horarios fijos y elegir opciones saludables como queso, frutos secos o vegetales crudos. Intentá hacer comidas más saciantes, en cantidades más grandes y en horarios fijos.
3. Rechinar los dientes (bruxismo)
Rechinar los dientes por la noche puede desgastar el esmalte. El bruxismo es un problema muy grande que hay que solucionar, ya que con el tiempo, puede aplanar las superficies de mordida, causar fracturas, acortar los dientes y provocar dolor en la articulación temporomandibular (ATM), que es el dolor o molestia en la mandíbula y los músculos cercanos. En casos severos, puede causar pérdida de dientes.
"Lamentablemente, el esmalte no se regenera, y una vez que los dientes se desgastan, no se reparan solos”, dice la Dra. Sandip Sachar. Se recomienda controlar el estrés, limitar cafeína y alcohol, y realizar chequeos dentales regulares. Además, usar una placa de descanso ayuda a proteger los dientes.
Otros hábitos que también dañan tus dientes, según expertos
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Cepillarse los dientes con demasiada fuerza: Esto daña el esmalte bucal y expone la dentina. Preferible usar cepillos con cerdas suaves.
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Cepillarse los dientes después de desayunar: Al comer, el pH de la boca baja y vuelve el esmalte más blando. Con el tiempo, se produce sensibilidad dental y aumenta el riesgo de caries. Es preferible que esperes al menos media hora después de comer.
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No usar hilo dental lo suficiente: Se debe usar después de lavarse los dientes. Saltarse este paso permite que la placa y restos de comida se acumulen entre los dientes y bajo la encía, zonas que el cepillo no alcanza.
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Usar muchos productos blanqueadores: El blanqueamiento excesivo puede adelgazar el esmalte, causar sensibilidad e irritar las encías. Además, genera también sensibilidad permanente, retracción de encías, o puede requerir carillas o restauraciones.