Dos policías de la provincia de Córdoba fueron detenidos acusados de haber participado o colaborado en el brutal asalto que sufrió una pareja de jubilados el pasado 31 de agosto en la ciudad de Villa Carlos Paz.
El violento episodio se registró cuando los delincuentes ingresaron a la vivienda, los golpearon y les exigieron oro. Según la investigación, habían entrado con información previa. Pese a que hallaron una caja fuerte con pertenencias, continuaron atacando a la pareja con una violencia extrema: incluso usaron un sable para herir al hombre, que sufrió una hemorragia intracraneal y recién recibió el alta médica esta semana, tras más de un mes internado.
Según informó el medio local La Voz, el policía fue identificado como Wilson Mansilla, quien se encuentra acusado de haber facilitado el atraco. La detención de Mansilla se concretó este miércoles, pasado el mediodía, cuando el oficial se presentó a cumplir sus funciones en la Departamental Punilla. El fiscal Ricardo Mazzuchi lo acusó de haber liberado la zona durante el robo.
La hipótesis de la fiscalía sostiene que Mansilla, desde su puesto, estaba en contacto permanente con el expolicía Facundo Bruno, otro de los detenidos, informando en tiempo real sobre el movimiento de los patrulleros para asegurar que la zona estuviera “liberada” y sin vigilancia. Los investigadores creen que padre e hijo Bruno actuaron junto a dos cómplices apodados “los porteños”, a quienes uno de los ancianos escuchó hablar con dicho acento.
La investigación, que se manejó con hermetismo, condujo primero al padre (apellido Bruno) y luego a Facundo, cuyo vehículo fue visto en las inmediaciones de la vivienda de las víctimas. La pieza clave que incriminó al oficial Mansilla fue el análisis de un segundo teléfono celular que Facundo Bruno habría intentado desechar durante el allanamiento a su domicilio. El análisis de ese dispositivo habría revelado conversaciones comprometedoras con Mansilla, lo que derivó en la orden de su detención.
Bruno —reconocido en Carlos Paz por su alto perfil y su exhibición de autos y dinero en redes— ya tenía antecedentes. En junio de 2021, había sido arrestado por incumplir su horario laboral en la Guardia de Infantería, caso que derivó en la imputación de dos jefes policiales. Además, estuvo vinculado a una mesa de dinero ilegal ligada a una concesionaria de un narcotraficante.
El violento robo que sufrieron los jubilados en Carlos Paz
Las víctimas fueron Dante Pedrotti (83), un militar retirado, y su esposa, Marta Herrera (82). La mujer, que es casi no vidente, estaba con la televisión encendida cuando fue sorprendida. Su esposo dormía en otra habitación de la casa ubicada en avenida Sarmiento y Curuzú Cuatiá. Los ladrones se ensañaron con ellos: pedían insistentemente oro, y pese a que ya habían encontrado una caja fuerte con pertenencias, volvieron a golpearlos con brutalidad. “Los torturaron”, describió Gisela, hija del matrimonio.
Los delincuentes trabaron las puertas con macetas para dejarlos encerrados y que no pudieran pedir ayuda. El ensañamiento fue tan grave que usaron un sable para cortarle la cabeza al hombre, quien terminó con una hemorragia intracraneal. Sufrió además un infarto y este martes por la noche continuaba internado en estado crítico. “Le agarraron la cara a mi mamá con guantes ásperos y le dijeron que se calle la boca. Ella trataba de proteger la cabeza de él, y peor: más se ensañaban”, relató la mujer en diálogo con Telenoche.
La pareja fue hallada horas después por familiares que tuvieron que forzar la entrada. Ambos estaban tirados en el baño, cubiertos de sangre. Sin embargo, el calvario no terminó allí: cuando el hombre fue llevado al hospital, los familiares denunciaron que solo recibió una atención primaria y les dijeron que, al tener mutual, debía ser trasladado a una clínica privada. Según sus palabras, pidieron un traslado a Córdoba, pero les respondieron que no había ambulancias. Finalmente, por medio de un contacto con el Hospital Militar, lograron el traslado en una ambulancia propia.
“El alta es para que no agarre ningún virus intrahospitalario”, explicó y siguió: “Las secuelas han sido importantísimas. Con todo lo que pasó, el golpe en la cabeza ha sido terrible: múltiples hemorragias intracraneales, infartos y al estar intubado tantos días empiezan coágulos a dar vueltas que provocaron un trauma embolismo de pulmón y una isquemia cerebral en el otro”.
“Ha sido un mes con muchas idas y venidas en cuanto a complicaciones que iban surgiendo y las iba superando. Es un guerrero sin dudas. Hoy las consecuencias son bastante complejas”, reconoció la mujer. Y entre lágrimas, lamentó: “Que se hayan aprovechado de la vulnerabilidad es lo que más me duele y que le hayan arrebatado a mi papá los últimos años de su vida es muy cruel”.