Dónde está “Pequeño J”, el ideólogo del triple femicidio: la señal de su celular, la pieza clave

Los especialistas trabajan en dar con las líneas telefónicas que usaba tanto “Pequeño J” como sus laderos para saber en qué zona se moverían los acusados. Buscan si de esos números puede establecerse nombres o contactos que le permitan moverse a otras provincias, sobre todo del norte, y esperar el descuido para cruzar la frontera.

29 de septiembre, 2025 | 21.45

Mientras crecen las dudas por la participación de Tony Janzen Valverde Victoriano en el triple crimen de las amigas, los investigadores analizan declaraciones y algunos indicios para identificar dónde se mueve aunque no descartan que busque escapar hacia otro país.  

Los investigadores que trabajan en la causa por el triple narco femicidio de Morena, Brenda y Lara lograron ponerle nombre y rostro a “Pequeño J” recién en la medianoche del sábado, cuando había pasado una semana de los tres crímenes brutales y tres días completos desde el hallazgo de los cuerpos enterrados en el patio de una casa de Florencio Varela. Así, la investigación que apuntaba desde algunos días antes a una banda de narcomenudeo con integrantes jóvenes y en su mayoría de nacionalidad peruana anunció de pronto que el principal acusado por ser el instigador de la masacre se llama Tony Janzen Valverde Victoriano y en pocos minutos su imagen, que fue mejorada con inteligencia artificial, se publicó junto con la alerta roja de interpol.

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Así, pocas horas más tarde y después de una serie de operativos frustrados en la zona de Villa Zabaleta, los agentes encargados de la investigación empezaron a trabajar en la búsqueda del joven acusado de ser el líder de la banda y el instigador de los crímenes. Los agentes que trabajaron en las detenciones de los primeros seis imputados en la causa lograron identificar algunos números telefónicos que pertenecerían a Villaverde Victoriano y de esa forma empezó a moverse la investigación que puso como foco principal buscar atrapar lo antes posible a “Pequeño J”. El entrecruzamiento de los primeros números telefónicos sumado a algunos testimonios informales que lograron los investigadores llegó la investigación hasta uno de los aguantaderos de la banda donde ahora saben que estuvo el líder buscado. Allí secuestraron un pantalón con una mancha que sería de sangre, un arma y una caja de municiones y documentación que acreditaría no sólo su identidad sino que avala los contactos de Tony Janzen con una banda en Perú a la que le enviaba cuantiosas sumas de dólares.

Con estos datos, los investigadores pusieron el ojo en el norte argentino. Además de la caída de quien sería un remisero de la banda, los especialistas creen que Pequeño J y su “mano derecha”, Matías Ozorio, podrían buscar llegar al norte del país ya que algunos vínculos podrían ayudarlos a pasar de Argentina a Bolivia y luego a Perú donde saben que conocen personas que podrían ayudarlo a mantenerlo oculto. De esta forma, vuelve a ponerse en zona crítica a las fronteras y el nombre y la imagen de los acusados del brutal triple crimen ya está en poder de las autoridades fronterizas. 

Por otra parte, los investigadores sumaron la información de jóvenes que aseguraron conocer a Pequeño J y que sostuvieron que el líder de la banda tiene dos departamentos en Capital Federal y el Conurbano que utilizan como aguantaderos cuando hacen algunas fiestas. En ese sentido, señalaron que los barrios donde aseguraron tener esos lugares no registran ningún episodio que hasta ahora resulte relevante para la investigación, aunque no descartan que en busca de ocultarse de la Justicia, Pequeño J y sus laderos elijan como escondites algunos puntos que ya conocen y se sienten protegidos, aunque las mismas fuentes destacan que estos movimientos necesitan de una gran protección económica y aunque los acusados pueden tener como mantenerlo ahora, el paso de los días podría complicarlos.

Ahora, los especialistas trabajan en dar con las líneas telefónicas que usaba tanto “Pequeño J” como sus laderos para saber en qué zona se moverían los acusados y si de esos números puede establecerse nombres o contactos que le permitan al acusado Tony Janzen Valverde Victoriano moverse a otras provincias, sobre todo del norte, y esperar el descuido para cruzar la frontera. Mientras tanto, las familias de Morena, Brenda y Lara reclaman que atrapen al líder pero que no se corte allí la investigación ya que sostienen que deben ampliarse las hipótesis para lograr Justicia por las chicas brutalmente asesinadas.