Triple femicidio: la primera "arrepentida" pide que aumenten su seguridad tras brindar datos claves

Celeste Magalí González Guerrero declaró el pasado miércoles y reveló información importante del hecho sucedido en Florencio Varela. 

09 de octubre, 2025 | 14.21

Celeste Magalí González Guerrero se encuentra detenida por el triple femicidio de Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez. González es la dueña de la casa de Florencio Varela donde ocurrieron los asesinatos y en las últimas horas, dio declaraciones que cambiaron completamente el rumbo de la causa, convirtiéndose en la primera "arrepentida" en confesar detalles y datos claves de lo sucedido el 19 de septiembre pasado.

Bajo ese contexto, Daniel Giaquinta, abogado de González Guerrero, solicitó más seguridad para su representada, luego de que esta ampliara su indagatoria y aportara más información sobre la noche en la que ocurrieron los crímenes en el domicilio ante el fiscal Adrián Arribas.

En su declaración, la imputada no solo confesó su rol en el crimen, sino también el de su pareja, Miguel Villanueva, otro de los imputados por el triple homicidio. La mujer afirmó haber estado presente al momento en que llegaron las chicas y explicó el motivo del plan para matarlas: "Bajaron sonrientes, como engañadas que venían a una fiesta", recordó.

Por su parte, la pareja de González Guerrero fue trasladada al penal de Sierra Chica, en Olavarría. 

En este marco, el fiscal Arribas pidió la prórroga de la prisión preventiva de los cuatro primeros detenidos de la causa: Celeste González, Miguel Villanueva, Iara Daniela Ibarra, de 19 años y Andrés Maximiliano Parra, de 18 años.

Las declaraciones de la "primera arrepentida" que comprometen a Sotacuro

La investigación de la causa por el triple femicidio en Florencio Varela dio un giro inesperado en las últimas horas cuando Celeste Magalí González Guerrero reveló información clave sobre los hechos ocurridos durante la noche del 19 de septiembre, en lo que parecía ser una simple ampliación de indagatoria.

La dueña de la casa donde ocurrieron los hechos contó que, en primer lugar, Tony Janzen Valverde Victoriano, alias "Pequeño J", le pidió a su marido usar la casa para ir con una amiga. “Llega el viernes y Julio (como conocía a Pequeño J) me llama para que le abra el portón. Entró una camioneta Chevrolet color blanca y descienden tres chicas y tres masculinos más”, contó González Guerrero.

Sobre el motivo por el cual le pidió la casa, la mujer explicó: "Dijo que no podía llevar a las chicas porque su departamento lo estaban pintando".

La mujer aclaró que, tras cerrar el portón, el tío de Pequeño J, a quien apodaban "El Duro", les pagó mil dólares. En este punto, los investigadores se sorprendieron al corroborar que "El Duro" era nada más y nada menos que Víctor Lázaro Sotacuro, el conductor de la Volkswagen Fox que acompañó a la Chevrolet Tracker que trasladó a las jóvenes y quien argumentó ser simplemente un chofer que trasladó gente.

Con esta nueva información, los investigadores pudieron trazar toda una línea en la que Sotacuro tuvo más influencia en el caso de lo que confesó. A su vez, fuentes cercanas a la causa aseguran que pueden ubicarlo camino al lugar antes del secuestro de las chicas, en la casa de los crímenes, en el camino donde quemaron la camioneta Chevrolet Tracker donde trasladaron a las víctimas y por el relato, también en el traslado de los otros hombres que participaron en los crímenes.

Por el momento, los investigadores continúan en la búsqueda de sospechosos y de nueva información para dilucidar todos los hechos del caso.