Mientras Cristian Graf sigue apuntado como el principal sospechoso por la muerte de Diego Fernández Lima, el joven de 16 años que había salido de su casa para visitar a un amigo y cuyo paradero era desconocido desde 1984, la investigación arrojó un nuevo e impactante resultado. La Justicia allanó la Escuela Nacional de Educación Técnica N.º 36 (ENET 36) de Saavedra, donde asistían ambos e incautó las libretas escolares.
Con el objetivo de reconstruir cómo era la vida escolar y qué pasaba entre ambos dentro de la institución educativa, se realizó un procedimiento que permitió encontrar documentación clave. De esta manera, las autoridades dieron con los boletines de calificaciones de Diego, quien cursaba 2.º año en 1984 y había repetido el año anterior, y de Graf, que cursaba 3.º año ese año. Se observa que, dos días antes de la desaparición de Fernández Lima, Graf obtuvo un “1” en Historia.
Rodrigo Alegre, periodista de Telenoche, reveló el contenido de los documentos encontrados en el allanamiento. “Este es el boletín de Diego Fernández Lima. Está el de 1° año y el de 2°”, indicó, señalando una particularidad: “El 2° año está repetido. Se ve que cursó solamente el 1° trimestre en el año 84, porque después ya desapareció”.
El caso de los restos encontrados en el chalet ubicado en el barrio porteño de Coghlan que pertenece a la familia Graf desde la década de 1970 resulta un misterio. Los huesos del joven fueron hallados el pasado 20 de mayo de este año por albañiles que realizaban trabajos de demolición en la propiedad. La vivienda lindera a esa obra, curiosamente, fue habitada en su momento por el músico Gustavo Cerati. Este hallazgo reabrió la causa, poniendo en el centro de la escena a Graf, quien rompió el silencio por primera vez este lunes.
“Estábamos perfilando la medianera, y de repente, uno de los muchachos, mientras paleaba, vio que se abría un hueco y empezaron a caer restos hacia la obra”, reveló el encargado de la obra, Daniel Scarfo. Todo ocurrió entre las dos y las tres de la tarde. De inmediato, llamaron a la Policía, que arribó al lugar y comenzó con la investigación.
Scargo detalló que el contacto con Graf siempre fue breve y en tono cordial. “Dijo que hace muchos años hubo una iglesia y que quizás era un cura que habían enterrado ahí”, recordó. En la misma conversación, el único señalado en el caso también habría dado otra versión: “Comentó que hubo un establo en el terreno, pero hace muchísimo, tipo 1800″. No obstante, la hipótesis que más llamó la atención de los constructores fue la tercera. “Recordó que cuando hicieron la pileta, pidieron un camión de tierra para nivelar y sugirió que tal vez allí vinieron los restos. Pero si vos hacés eso, es poco probable que vengan huesos humanos completos en él”, sostuvo el responsable de la obra.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) identificó los restos tras una prueba genética que confirmó la compatibilidad con la madre del joven a partir de los 150 fragmentos óseos hallados junto a algunos objetos personales. Entre ellos: una suela de zapato, un llavero con llave, un reloj Casio CA-90, un corbatín escolar y una moneda japonesa de 5 yenes. Además, la autopsia realizada reveló que Diego murió por una herida punzante en la cuarta costilla derecha y, además, se detectaron diversos intentos de descuartizamiento fallidos: algunos de ellos con la víctima aún en vida, otros presumiblemente después, acaso con la necesidad de reducir el cadáver.
En medio del shock por la confirmación de la identidad del joven, el grupo de colegio se reencontró en WhatsApp. “Nos dimos cuenta de que el que encontraron era nuestro compañero, el que había desaparecido a los 16”, relató uno de los exalumnos. El nombre del sospechoso surgió después de que un excompañero de la víctima lo relacionara con el crimen. El hombre, que vive en Europa, se comunicó con el fiscal Martín López Perrando, a cargo de la investigación, después de leer la triste noticia sobre su amigo.
Además de la desesperada búsqueda de su familia y amigos, la institución educativa a la que asistía Fernández Lima también realizó un exhaustivo pedido a la Justicia. Según la orden de allanamiento, se solicitó la entrega de los listados completos de alumnos de todas las divisiones de los años 1983, 1984 y 1985, así como toda la documentación de la víctima y el principal sospechoso. Adicionalmente, se pidió el registro de asistencia de ambos desde el 23 de julio hasta el 2 de agosto de 1984, junto con cualquier justificativo médico que pudiera existir.
Muerte en Coghlan: el sospechoso se presentó en la Fiscalía
Cristian Graf se presentó este lunes por primera vez en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 61 con el fin de ponerse a disposición de la Justicia. El excompañero de la secundaria y entonces amigo de la víctima fue hasta el edificio judicial, pero el fiscal López Perrando no se encontraba: "Habló con un auxiliar fiscal y se mostró dispuesto a declarar", confirmaron a agencia Noticias Argentinas.
El hombre se hizo presente por la mañana en la sede judicial, a cargo del fiscal Martín López Perrando, aunque no está imputado actualmente por el hecho y tampoco había sido llamado a dar declaración como testigo. De todas formas, se le informó que en caso de ser necesario tendría a su servicio la asesoría pública de defensa.
Luego de asistir a la fiscalía, el hombre de 56 años regresó a su casa de Cohglab y rechazó las acusaciones en su contra. “¿Fuiste quien asesinó a Diego Fernández?“, lanzó la periodista Mercedes Ninci, mientras ingresaba al domicilio acompañado por su pareja y otro hombre. Ante la acusación, el principal sospechoso por el crimen intentó apartar el micrófono y respondió con un contundente ”¡Noooo!".
Graf no podrá ser imputado por los plazos propios que el Código Penal Argentino establece para condenar este tipo de homicidios: ya pasaron más de cuatro décadas, por lo que la causa podría ser declarada como "prescripta". En ese marco, la familia de Diego analiza qué estrategia jurídica llevar adelante en un caso delicado mientras, en simultáneo, procesan un duelo difícil de digerir.