A más de 40 años de la desaparición y el crimen de Diego “el Gallego” Fernández Lima, el principal sospechoso Cristian Graf se presentó en la fiscalía para ponerse a disposición de la investigación que lleva adelante Martín López Perrando. En ese lugar, al acusado de matar a Fernández Lima supo que por el momento no se tomó ningún temperamento sobre él pero le informaron la dirección de la Defensoría Oficial que le tocaría en caso de ser necesario. Mientras tanto, la investigación avanza con las declaraciones testimoniales de los amigos de la víctima y de los obreros que trabajaban en la construcción y hallaron los restos.
Las medidas en torno a la investigación se dieron luego de que se pudiera identificar los restos hallados en las excavaciones para una construcción el 20 de mayo pasado. Durante las obras en el barrio de Coghlan, en una vieja casona donde vivió y tuvo su estudio de ensayo Gustavo Cerati, los obreros encontraron huesos humanos, restos de ropa, un llavero náutico y restos de un reloj que permitieron trazar una línea de tiempo y acortar la búsqueda. Después, con el trabajo de los investigadores, llegaron al nombre de la víctima, Diego Fernández Lima, que desapareció el 26 de julio de 1984, después de haber ido al colegio y cuando iba a la casa de un amigo. Ese colegio ya no existe en la zona pero los investigadores pudieron determinar que el adolescente fue visto por última vez cerca de Monroe y Rómulo Naón, a unos 600 metros de la Avenida Congreso 3742 donde hallaron los restos.
En esa reconstrucción, sumada a las denuncias de 1984, los investigadores supieron que el día de la desaparición Diego Fernández Lima fue a la escuela por la mañana y al volver a su casa almorzó con su mamá. Después pidió plata porque quería ir a la casa de un amigo, que estaba muy cerca. Eso fue lo último que supo la familia de él, hasta ahora. Su mamá, la última persona en verlo y quien fue incansable en su búsqueda, llegó a declarar que nunca desconectó nunca el teléfono fijo ni lo dio de baja ya que tenía la esperanza de que su hijo algún día volviera a llamar.
Ahora, tras conocer la identidad de los restos, los familiares de Diego Fernández Lima declararon ante el fiscal en busca de saber cómo sigue la investigación. Mientras tanto, luego de pasar por la fiscalía, Cristian Graf volvió a su casa y encontró allí una guardia periodística buscó entrar rápidamente pero no pudo evitar la pregunta ¿fuiste quien asesinó a Diego Fernández?. Entre el asombro y buscando escapar de los micrófonos, Claudio Graf respondió “nooo” y se metió rápidamente en la casa junto a una mujer y otro hombre.
Ahora, la investigación avanza con las declaraciones testimoniales de los amigos de la víctima y de los obreros que trabajaban en la construcción y hallaron los restos. Mientras tanto, la familia de González Lima busca impulsar una ley, que podría identificarse como “Ley Diego”, que busca que las causas por desapariciones que no estén vinculados a fuerzas del Estado o delitos de lesa humanidad no prescriban. Por su parte, Claudio Graf se mostró preocupado por la investigación aunque sabe que en esta causa, ni el asesino ni quienes hayan encubierto el crimen pagarán con la cárcel.