En octubre varios científicos se juegan un lugar en el Congreso

Movidos por la necesidad de defender la ciencia y la educación pública, y poner freno a la actual gestión, varios investigadores e investigadoras competirán por un cargo legislativo en octubre.

10 de septiembre, 2025 | 00.05
Las próximas elecciones del 26 de octubre, que renovarán la composición de ambas cámaras del Congreso, tendrán un condimento especial: entre los candidatos a ocupar un cargo legislativo, hay un número infrecuente de investigadores e investigadoras, e integrantes del mundo académico. Aunque pertenecen a distintos espacios políticos y provienen de diferentes disciplinas, coinciden en que aceptaron el desafío con la convicción de que es imprescindible salir de su "zona de confort" para defender la ciencia y la universidad pública, y detener la destrucción que está imponiendo el actual gobierno. Aquí los presentamos.

Ana Arias, decana de la Universidad de Ciencias Sociales, UBA

  • Ana Arias

  • Segunda candidata a senadora nacional por la Ciudad de Buenos Aires en la lista de Fuerza Patria.

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Miembro de una familia de militantes políticos, tiene un recorrido en la gestión y la política universitaria, siempre en la agrupación Lucía Cullen. Siendo estudiante, fue consejera directiva; luego, directora de carrera, subsecretaria de investigación, secretaria académica. Actualmente, es decana de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

Decidió lanzarse a la política partidaria porque sintió que es necesario defender la universidad desde fuera de sus claustros. “Y también trabajar en la defensa del conjunto de la educación pública argentina –afirma–, porque es una joya, a pesar de que nosotros, los que vivimos dentro de ella, le encontramos muchos defectos. Eso no se puede preservar solo desde adentro”.

Como investigadora, Arias se especializa desde hace muchos años en políticas vinculadas con la asistencia social y ya tiene proyectos de leyes que le parece indispensable presentar. “Por ejemplo, estamos formulando una ley de servicios sociales nacionales –cuenta–. Algo que me comprometió a participar más firmemente es la confrontación con la política de crueldad que implementa en estos momentos el gobierno... Porque lo que está en juego es la matriz misma de nuestro país, la construcción de la igualdad. Siempre se dijo que la Argentina era un país con vocación de equidad y eso es lo que está amenazado. No se trata de un detalle, sino algo medular de nuestra identidad que nos impone cuidar a las personas más vulnerables”.

Acerca del ataque desde el gobierno a las ciencias sociales, Arias lo considera en cierto sentido esperable. “Las ciencias sociales ponen en cuestión los vínculos, suponen un ejercicio reflexivo sobre la sociedad para que ésta pueda transformarse, parte de reconocer que si hay una estructura social, no responde a un orden divino, sino a un conjunto de relaciones de clase, de género, étnicas, territoriales que la conformaron. [Esta gestión] dice que no, que las desigualdades son de orden natural, entonces estas disciplinas  son un obstáculo a su forma de entender el mundo y los problemas del país. Estas personas creen que el problema es simplemente permitir que el orden se despliegue sin más desde las usinas de poder económico. Es un pensamiento precientífico, pero coherente con su forma de entender el mundo. Nosotros tenemos que defender las ciencias sociales de calidad, comprometidas, rigurosas, que tengan capacidad de aportar a un nuevo proyecto de sociedad, porque enfrentamos problemas inéditos en relación con el trabajo, con las identidades… Siempre la participación en política es menos cristalina, está más cerca del barro que del orden, pero es el momento de aceptar el desafío”.

Adriana Serquís, ex presidenta de CNEA

  • Adriana Serquís

  • Primera candidata a diputada nacional por Río Negro en la lista de Fuerza Patria. 

Es física graduada en la UBA y doctorada en el Instituto Balseiro. Investigadora principal del Conicet, en 2014 obtuvo el Premio Nacional L’Oréal-Unesco “Por las Mujeres en la Ciencia” por sus aportes al uso racional de la energía eléctrica. Entre 2001 y 2003 fue investigadora posdoctoral en el Laboratorio Nacional de Los Álamos, en los EE.UU. Luego fue investigadora principal del Instituto de Nanociencia y Nanotecnología (de la Comisión Nacional de Energía Atómica-Conicet) y jefa del departamento de Caracterización de Materiales en el Centro Atómico Bariloche. 

Desde junio de 2021 hasta mayo de 2024 fue presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), donde promovió proyectos prioritarios como el pequeño reactor modular CAREM y el RA10, para la producción de radiofármacos, o el Laboratorio Argentino de Haces de Neutrones (LAHN) para la aplicación de técnicas neutrónicas a la mayor eficiencia y sustentabilidad de la tecnología de la información y las comunicaciones, el monitoreo, detección y remediación de problemas ambientales, la salud, y la transición energética.

Serquís confiesa que hasta no hace mucho no se le hubiera ocurrido participar en la tarea legislativa. “Me convocaron mis colegas de Patria Grande, de Río Negro –cuenta–. Y frente a todo lo que está ocurriendo, a este avasallamiento de derechos y tanto sufrimiento, quienes estamos un poco mejor tenemos la responsabilidad de actuar”.

En su caso, sintió el compromiso de aportar conocimiento sobre sus temas de especialización y otros. “[Como científicos] estamos acostumbrados a estudiar, a resolver problemas, de modo que aunque exceda nuestro campo de especialización, podemos aplicar el pensamiento científico, trazar políticas basadas en la evidencia, armar equipos de trabajo, que también es un valor agregado –afirma–… Esto es salir de nuestra zona de confort. De hecho, lo tomamos como un sacrificio. Pero esa independencia de criterio es otra fortaleza: no necesitamos permanecer en el cargo. Yo siempre lo pienso como algo que, si se da, será temporario. No es mi idea hacer carrera política. Lo siento como una responsabilidad enorme”.

Serquís tiene previsto promover la agenda de los grandes proyectos en energía nuclear y transición energética, hoy en terapia intensiva, y también la vinculación de la ciencia y la tecnología con las necesidades productivas de la provincia. 

María Beatriz Gentile, rectora de la Universidad del Comahue

  • María Beatriz Gentile

  • Primera candidata a diputada nacional por Neuquén de Fuerza Patria.

Militante de los derechos humanos y, sobre todo, en gestión y política universitaria, María Beatriz Gentile es doctora en Historia graduada en la Universidad Nacional de La Plata. Ex delegada de la Secretaría de Derechos Humanos de Neuquén entre 2004 y 2014, siempre concibió lo académico asociado con la política. Fue dos veces decana de la Facultad de Ciencias Sociales y actualmente es rectora de la Universidad Nacional del Comahue. 

Me costó costó tomar la decisión, pero lo hice porque creo que la Argentina está en un momento crítico –explica–. Estamos experimentando un retroceso enorme en materia de derechos, con un riesgo muy grande, que es la destrucción del sistema científico y universitario. No solo por la humillación discursiva, sino también por el desfinanciamiento y el abandono de la formación académica, de la investigación, de la producción. La experiencia de nuestras marchas nos hizo recordar la función social de la universidad y la ciencia. La devolución que nos hizo la sociedad acompañándonos nos obliga a ofrecer nuestras capacidades, nuestras trayectorias para brindar soluciones a los problemas que nos aquejan. Es lo que siempre busca la investigación en la universidad: adelantarse a los obstáculos para ver de qué manera encontrar soluciones o alternativas”. 

Tiene pensado promover el cumplimiento efectivo de las leyes de financiamiento universitario, y de financiamiento de la ciencia y la tecnología. “Es indispensable sostener las universidades en los territorios donde habitan nuestros jóvenes –destaca–. Otro punto es respaldar la ciencia en la universidad y recuperar la agenda del bienestar. Más que leyes nuevas, lo que necesitamos es recuperar las que fueron derogadas, abandonadas o no se cumplen”.

Marcelo Ruiz, ex rector de la Universidad Nacional de Río Cuarto, con Natalia De la Sota

  • Marcelo Ruiz

  • Segundo candidato a diputado nacional por el espacio Defendamos Córdoba

El ex rector de la Universidad Nacional de Río Cuarto, Córdoba, se presenta en el espacio encabezado por Natalia De la Sota. Licenciado en matemática de la misma universidad, con una maestría en la Facultad de Matemática, Astronomía, Física y Computación (FaMAF), y doctorado en San Luis (aunque con estancias en la Universidad de la Columbia Británica, Canadá, y el Instituto de Cálculo de la UBA), intervino en la política estudiantil; en especial, vinculado con la problemática de los movimientos sociales. “Participé en la conducción de sindicatos docentes y también en la gestión institucional –cuenta–. Eso, en un momento, derivó también en la dirección del Departamento de Matemática. De allí, llegué al rectorado de la Universidad Nacional de Río Cuarto entre el 2011 y 2015”. En la actualidad, es docente titular, y dirige una maestría en matemática aplicada y una flamante diplomatura en Ciencia de Datos que acaba de tener su primera cohorte de graduados. 

Afirma que las razones que lo llevaron a lanzarse a la arena parlamentaria son similares a las que lo empujaron a presentar su candidatura al rectorado. “A veces se tiende a pensar que el rectorado de una universidad nacional tiene una dimensión puramente académica. Sin embargo, allí también se conjuga el aspecto político. Del mismo modo, en la Cámara de Diputados también se dan la dimensión política y la institucional –subraya–. Algo que me llevó a aceptar el ofrecimiento fue darle continuidad, como trabajador, docente e investigador, a mi participación en la vida institucional de la República Argentina. Además, ponerle límite al brutal ajuste de Milei”. 

Acerca de su agenda, detalla que se ocupará de la normativa sobre protección del ecosistema de datos estratégicos para el buen funcionamiento del Estado. “Nos interesa impulsar leyes que regulen, protejan y pongan a disposición de la I+D las grandes bases de datos en materia de defensa, obra pública, salud, ambiente –explica–. También pensamos que hay que modificar parte de las regulaciones del sistema nacional de ciencia y tecnología para fortalecerlo. Lo mismo, con la normativa que regula el Conicet, para profundizar su democratización y consolidar su acción en el territorio nacional. Siempre con la participación de los trabajadores y trabajadoras, para que el organismo pueda tener un directorio más amplio, que integre a representantes del sector pyme y cooperativas,  las distintas centrales sindicales y los escalafones hoy no representados. Otro problema importante que hay que abordar es la creación de la ley de organismos científicos con participación ciudadana en materia ambiental, ya que hay una serie de tensiones entre la licencia social, la minimización del riesgo ambiental y la explotación sustentable”. 

Ruiz considera que su participación puede ayudar a iluminar la actual opacidad de la “gobernanza algorítmica”. “Los algoritmos, las redes y la inteligencia artificial abonan un nuevo tipo de subjetividad y de construcción de las dinámicas de poder, siempre desde arriba hacia abajo –explica–. La matemática, la ciencia de datos, la psicología y la computación tienen mucho para aportar en la comprensión de este fenómeno. Y muchas respuestas para dar frente a los interrogantes sobre por qué las finanzas tienen más opacidad que tiempo atrás”.

Andrés Sabella, rector de la Universidad Nacional de Entre Ríos

  • Andrés Sabella

  • Tercer candidato a diputado nacional por Fuerza Entre Ríos

Contador Público, especialista en contabilidad y auditoría, director de la especialización en Contabilidad y Auditoría de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER), es docente universitario en carreras de grado y posgrado desde 1993. Además, fue alumno de la maestría en Gestión y Política Universitaria, y es investigador en proyectos vinculados con temáticas contables. Decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNER en dos períodos, y actual rector de la misma casa de estudios en su segundo mandato, fue presidente y vicepresidente en varios períodos de la Comisión de Asuntos Internacionales del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).

“Debo confesar que el ofrecimiento y el pedido de ser parte de una lista me sorprendió –admite–. Pero más allá de eso, sentí la obligación de aceptar el desafío porque la Argentina está pasando por un momento en el que la educación pública en general, y la universitaria en particular están bajo ataque. Y eso no puede ser revertido desde el sector, sino que son indispensables políticas que tienen que surgir del Congreso de la Nación”.

Aunque nunca había tenido una participación en tareas de estas características, Sabella reconoce que de una forma u otra siempre estuvo vinculado con el servicio público. “Fui presidente de un centro de estudiantes en la escuela secundaria, participé activamente en política universitaria, y a partir de la docencia me fui metiendo en la gestión –cuenta–. Ahora que estoy finalizando mi recorrido universitario (fui secretario de una facultad, decano y rector), y desde el Consejo de Ciencias Económicas trabajé para la sociedad, porque desde la Secretaría Técnica lo que uno hace es dar confiabilidad a la información contable de una empresa o una institución. De modo que siempre me sentí vinculado con lo público, y pensé en soluciones colectivas. Si bien fue una decisión difícil de tomar, lo hice convencido de que es un momento en el cual hay que ponerle el pecho a la situación entre todos los que pensamos de esta manera”.

Entre sus prioridades está trabajar para que el país vuelva a tener una Ley de Presupuesto “con todo lo que significa desde el punto de vista de la previsibilidad, de la planificación y para evitar discrecionalidades en el manejo de los recursos y gastos del Estado”.  También considera que la educación, la ciencia y la tecnología necesitan pisos de financiamiento y que el  Congreso debe exigir que el Poder Ejecutivo los cumpla.

Alfredo Lazzaretti, rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata

  • Alfredo Lazzeretti 

  • Quinto candidato a diputado nacional por Provincias Unidas

Profesor, contador público, especialista en Administración Financiera Gubernamental, el actual rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Alfredo Lazzeretti, integra la lista encabezada por Florencio Randazzo, y que en el segundo y tercer puesto tiene a Margarita Stolbizer y Emilio Monzó, respectivamente. Estos últimos renuevan su banca. En el cuarto lugar fue confirmada Danya Tavela, legisladora cercana a Martín Lousteau.

Entre los años 1991 y 2003, Lazzeretti cumplió funciones de Secretario Internacional de la Juventud del Partido Socialista Popular. Fue vicepresidente de la Unión Internacional de Juventudes Socialistas. Posteriormente fue elegido Secretario General de la IUSY. Vivió en Viena cuatro años, visitó mas de 70 países organizando delegaciones, seminarios y congresos con juventudes laboristas, socialistas y socialdemócratas. A su regreso al país fue jefe de asesores del diputado nacional Rubén Gustiniani. También fue director de Relaciones Institucionales de la Cámara de Diputados provincial de Buenos Aires, secretario ejecutivo de la Federación Argentina de Municipios y diputado provincial de 2011 a 2015.

En el ámbito universitario, fue Presidente del Centro de Estudiantes, Consejero Académico y Consejero Superior en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales en la Universidad Nacional de Mar del Plata, secretario general de la Federación Universitaria Marplatense e integrante de la Mesa Directiva de la Federación Universitaria Argentina, entre muchas otras funciones.

"Esta candidatura no es ninguna novedad, ya que mi vida transcurrió siempre alternando responsabilidades políticas y universitarias –afirma Lazzeretti–. Soy militante socialista desde los 18 años y siempre traté de defender valores como la honestidad, la lucha por la igualdad, [y la vigencia de] más y mejor democracia, que son los principios fundacionales del socialismo argentino. Y, por supuesto, poner en el centro de la discusión la redistribución de la riqueza, que me parece que es el tema central a partir del cual se organiza una sociedad. Pero particularmente estos últimos años como rector de una universidad nacional conocí en profundidad el sistema universitario público argentino, que reúne 62 universidades nacionales distribuidas por toda la geografía del país y que garantizan el derecho a la educación superior a más de 2.200.000 jóvenes. En estos últimos dos años, este sistema universitario ha sido atacado, desfinanciado, junto con el sistema de ciencia, tecnología e innovación. Entonces, esta candidatura también se funda en la convicción de que es necesario contar con legisladores que defiendan las universidades nacionales y el sistema científico tecnológico para poder tener un modelo económico de desarrollo autónomo con valor agregado y no una economía primarizada. Si tengo la oportunidad de ingresar al Congreso, será para defender los principios y valores que guiaron mi vida política durante tanto tiempo, poniendo énfasis en la educación pública en general y en la educación universitaria en particular. Estoy convencido de que la política es una maravillosa herramienta de transformación y que tenemos que resolver esta crisis de representación, necesitamos que la gente vuelva a creer y para eso tenemos que honrarla. Tenemos que recuperar una política sana, honesta, en la que no haya  contradicción entre lo que decimos y lo que hacemos". 

Otro de sus objetivos es tratar de construir una alternativa de cara a 2027 desde su espacio plural federal para que exista la posibilidad de votar a personas que vengan del interior del país "y tengan la capacidad de confluir en un programa más allá de sus pertenencias partidarias".