El otoño ya está entre nosotros, por lo que el plan de playa -al menos para disfrutar del calor y el mar- no parece el mejor en Argentina. Sin embargo, algunos destinos de Brasil, perfectos para visitar todo el año, son más que atractivos.
En este caso, un rincón del nordeste brasileño emerge como el destino ideal para quienes buscan sol, tranquilidad y paisajes de ensueño en los meses de abril y junio. Conocé acá todos los detalles al respecto.
El oasis de aguas turquesas para visitar todo el año en Brasil
São Miguel dos Milagres, ubicado en el estado de Alagoas, se presenta como un oasis de aguas turquesas, playas de arena blanca y una atmósfera tropical que invita al relax, lejos de las multitudes y el caos de la Ciudad.
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Este pequeño pueblo de pescadores, con apenas 8.000 habitantes y situado a 100 kilómetros de la capital Maceió, ganó popularidad entre los viajeros en el último tiempo, sobre todo en aquellos un entorno paradisíaco comparable a los destinos más exclusivos del mundo.
El encanto de este destino radica en la preservación de su belleza natural y la autenticidad de su cultura local. Forma parte de la emblemática ruta ecológica "Costa de los Corales", una extensión de 25 kilómetros que serpentea la costa entre los estados de Pernambuco y Alagoas.
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Este corredor natural ofrece una “seguidilla” de pequeñas playas vírgenes, accesibles a través de caminatas, paseos en bicicleta o en las tradicionales "jangadas", embarcaciones planas diseñadas para no dañar los delicados arrecifes de coral.
Sobre su clima, algo que puede generar dudas por la época, se puede decir que durante los meses de marzo, abril y parte de junio, se encuentran temperaturas agradables que van entre los 25 y 26 grados. Sin embargo, pese a la proximidad de la región a la línea ecuatorial, no es raro que las máximas superen muchas los 30 grados, dejando días soleados perfectos para disfrutar del mar y la playa.
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Finalmente, la ruta ecológica alberga cinco playas que se destacan por su impecable conservación. Estas son:
- Porto da Rua: su extensa costanera bordeada de palmeras es famosa por sus espectaculares piscinas naturales que se forman entre los corales durante la marea baja. Esto crea una sensación de espejos de agua cristalina.
- Toque: vecina de Porto da Rua, comparte características similares y se erige como punto de partida habitual para las excursiones en lancha, que permiten practicar snorkel en las piscinas naturales y los bancos de arena.
- Riacho: bautizada como el "Caribe brasileño" por sus aguas serenas y cálidas, conecta a través de una agradable caminata con la casi desierta playa de Marceneiro, donde se encuentra la pintoresca iglesia de São Miguel dos Milagres, un punto de interés imperdible.
- Praia do Patacho: cuenta con imponentes cocoteros, aguas de una transparencia asombrosa y una oferta de alojamiento sofisticada y exclusiva, ideal para aquellos que buscan una estadía de máximo confort.